Hezbollah, con base en el Líbano y financiación de Irán, sigue mostrando influencia en América Latina. Ligado a crímenes y acciones terroristas históricas en Argentina, su expansión se asocia con actividades del crimen organizado.
Hezbollah, grupo terrorista de origen libanés, ha mantenido su presencia en América Latina, especialmente en zonas de crimen organizado. Establecido inicialmente en 1982, su expansión regional incluye una larga historia de vínculos con el narcotráfico y actividades ilícitas como lavado de dinero, especialmente en la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay. Esta región, conocida por su laxa regulación y supervisión, ha facilitado diversas operaciones financieras del grupo.
En años recientes, las tensiones geopolíticas globales y los conflictos entre Irán e Israel han reactivado las preocupaciones sobre la capacidad de Hezbollah para ejecutar operaciones en el extranjero, incluyendo América Latina. Las autoridades locales han expresado preocupación sobre la posibilidad de que el grupo realice ataques, similar a los eventos trágicos en Buenos Aires en los años noventa. Estos temores se intensificaron tras la revelación de operaciones como la Operación Trapiche en Brasil, que desbarató un presunto complot de Hezbollah para atacar intereses judíos.
A pesar de la atención internacional y las etiquetas de terrorismo, Hezbollah continúa operando en una zona gris, colaborando con organizaciones criminales locales y utilizando la región no solo como base financiera sino también como punto de influencia geopolítica para Irán. El enfoque ha evolucionado desde actos de terror explícitos hacia una integración más sofisticada en estructuras criminales y políticas locales, lo que complica aún más los esfuerzos internacionales para contrarrestar su influencia.
Extracto: Hezbollah mantiene influencia en América Latina, vinculada al crimen organizado y financiada por Irán, con un historial de ataques en Argentina y preocupaciones recientes sobre nuevas amenazas