Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ha confirmado la eliminación de lo que él denomina «ideologías de género» de las escuelas públicas del país, argumentando que estas son «contrarias a la naturaleza». Esta decisión sigue a sus comentarios en una convención conservadora en Estados Unidos, donde criticó la inclusión de estas enseñanzas en el currículo escolar y abogó por un enfoque más tradicional que incluya moral, civismo y materias útiles como finanzas, pero excluya la ideología de género.
Bukele ha sido enfático en su oposición a la enseñanza de la ideología de género en el sistema educativo, calificándola como un intento de «destruir las futuras generaciones». Este movimiento ha sido recibido con aplausos por algunos sectores conservadores, mientras que otros lo ven como un retroceso en los derechos y la diversidad de género.
La postura de Bukele refleja una tendencia creciente entre algunos líderes políticos de adoptar políticas educativas que excluyen o minimizan las discusiones sobre género y diversidad sexual, argumentando que son perjudiciales o inapropiadas para los niños. Este enfoque ha generado debates tanto a nivel nacional como internacional sobre el equilibrio entre los valores tradicionales y la inclusión de la diversidad de género en la educación.
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