Las comunidades originarias de Misiones están enfrentando graves problemas debido a la invasión y venta no autorizada de sus tierras ancestrales. Miembros de la aldea Yvy Pora Marangatu en Mártires han señalado que individuos ajenos a su comunidad están vendiendo terrenos sin permiso y extrayendo recursos naturales violentamente, una violación directa a varios acuerdos y leyes nacionales y provinciales que protegen los derechos de los pueblos indígenas.
El cacique de Yvy Pora, Marcial Giménez, insistió en la necesidad vital que tienen de proteger lo que queda de su territorio, un total de 108 hectáreas, de las cuales ya se han perdido varias debido a la tala de árboles. Giménez señaló que están trabajando para proteger su cultura y su conexión vital con la tierra, un esfuerzo que se encuentra amenazado por ventas ilegales de tierras y la presencia de familias no indígenas en el área.
Por otro lado, la comunidad mbya guaraní de Takuapi Mirĩ, situada en Colonia Delicia, también denunció una «violenta extracción de árboles nativos» que ha afectado gravemente a más del 82% de un polígono esencial para su subsistencia, con 103 hectáreas dañadas y 43 convertidas en suelo desnudo. El cacique de la comunidad, Francisco Silva, rechazó enfáticamente la posibilidad de que se planten eucaliptos o pinos en el lugar, subrayando que buscarán restaurar el área con plantaciones de especies nativas.
La comunidad está tratando de hacer valer sus derechos, apoyándose en leyes y regulaciones existentes, aunque enfrentan una batalla cuesta arriba dado que, según informes extraoficiales, el desmonte podría haber sido autorizado por el Ministerio de Ecología y RNR. La comunidad ha enfatizado que cualquier autorización otorgada violaría sus derechos constitucionales, dada la falta de consulta adecuada y el grave impacto ambiental del desmonte.
Ambas comunidades han expresado su determinación de proteger su territorio y su modo de vida, enraizados profundamente en su relación con la tierra, y están llamando la atención sobre las severas violaciones de sus derechos y el daño irreversible que está ocurriendo en sus hogares ancestrales.