A 22 años del asesinato que conmueve Campo Viera, cerca de la Transitoria.

Hace casi 22 años, Campo Viera fue sacudido por el horrendo asesinato de Silvia Andrea González, una joven de 15 años cuyo caso sigue conmocionando a la comunidad. Actualmente, el único detenido por este crimen es Marciano Benítez, de 61 años, quien lleva casi 17 años en la Unidad Penal II de Oberá cumpliendo una condena de prisión perpetua por los delitos de privación ilegítima de la libertad y homicidio calificado.

A pesar de que el juicio oral y público llevó a la condena de Benítez en diciembre de 2014, su defensa busca que se le otorguen salidas transitorias, previas a una posible libertad condicional. Según la modificación del Código Penal en 2004, la prisión perpetua implica cumplir 35 años de cárcel efectiva, pero dado que el hecho ocurrió antes de esa fecha, la pena impuesta fue de 25 años, con posibilidad de acceder a la libertad condicional después de 20 años tras las rejas.

La defensa argumenta que Benítez ya ha cumplido casi 17 años, teniendo en cuenta los ocho años en prisión preventiva y los tres años que permaneció excarcelado con presentaciones semanales ante la justicia. Además, el Servicio Penitenciario Provincial ha reportado que su conducta en la cárcel ha sido ejemplar, destacando su buena conducta, el apoyo familiar y el cumplimiento de tareas en régimen semiabierto sin incidentes.

El caso de Silvia Andrea González ha sido una saga judicial compleja con varios juicios y sentencias a lo largo del tiempo. Benítez fue juzgado junto a Fabiana Cantero en un primer juicio en 2003, pero la declaración de una testigo complicó a otras personas, incluido un hijo del entonces intendente de Campo Viera y varios policías, lo que llevó a postergar el juicio. Finalmente, en 2014, Benítez fue condenado por privación ilegítima de la libertad, abuso sexual calificado y homicidio calificado.

Willy Ríos, hijo del exintendente, también fue acusado y estuvo detenido por un breve periodo, pero finalmente fue absuelto en 2019. Los expolicías involucrados también fueron absueltos por falta de pruebas contundentes.

El caso aún presenta muchas incógnitas y testigos importantes han desaparecido o fallecido con el transcurso del tiempo. La comunidad de Campo Viera sigue esperando justicia y esclarecimiento completo sobre el asesinato de Silvia Andrea, mientras la defensa de Marciano Benítez busca abrir las puertas a una posible libertad condicional a través de salidas transitorias, lo que ha reavivado el debate sobre la responsabilidad y las penas en casos tan sensibles y dolorosos como este.

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