En un movimiento estratégico y altamente simbólico, Ucrania ha reafirmado su derecho sobre la península de Crimea. En la madrugada del 24 de agosto, coincidiendo con el Día de la Independencia, las fuerzas especiales ucranianas, en colaboración con su Armada, llevaron a cabo una operación comando en la península previamente anexionada por Rusia. Según los informes iniciales, la maniobra se concentró en la costa occidental de Crimea, específicamente en las localidades de Olenka y Mayak, culminando con el izado de la bandera ucraniana en el territorio reconquistado.
Andrí Yusov, representante de la agencia de inteligencia ucraniana GUR, confirmó la operación y destacó que se ejecutó sin bajas del lado ucraniano. No obstante, informó que las fuerzas rusas presentes en la región sufrieron pérdidas, tanto en personal como en equipo. Además, se mencionó que las fuerzas ucranianas se enfrentaron con las tropas rusas de ocupación en combates durante la operación.
Desde la anexión de Crimea por Rusia en 2014, Ucrania ha sostenido una postura firme en su intención de recuperar el territorio, refiriéndose a él como «ocupado temporalmente» en múltiples declaraciones oficiales. La operación de Ucrania en la península es solo el último episodio de una serie de enfrentamientos y ataques en la región. Por ejemplo, se ha mencionado previamente que Ucrania atacó el puente de Crimea, una infraestructura de construcción rusa, que posteriormente fue cerrado debido a varios incidentes, incluida una gran explosión el año pasado.
Mientras que las tensiones entre Rusia y Ucrania han ido en aumento, esta operación es una clara demostración de la determinación de Ucrania de mantener sus reivindicaciones territoriales y defender su soberanía. La acción, que coincide con la conmemoración de los 32 años de la declaración de independencia de Ucrania, envía un fuerte mensaje, no solo a Rusia, sino al mundo entero sobre la resiliencia y el compromiso de Ucrania en defensa de sus derechos y su territorio.