La apertura de las sesiones ordinarias del Congreso se perfila como un escenario de alta tensión política, con la atención puesta en el discurso que el Presidente Javier Milei pronunciará el viernes por la noche. Este evento se desarrollará en un contexto marcado por conflictos recientes entre la administración libertaria y varios gobernadores provinciales, quienes critican la eliminación de transferencias discrecionales por parte del gobierno. Ante este panorama, se anticipan posibles ausencias de algunos mandatarios provinciales, en un intento por esquivar críticas directas en cadena nacional.
La sesión legislativa, pautada para un horario inusual a las 21 horas, coincide con los festejos de la Vendimia en Mendoza, lo que ha generado malabares en la agenda de los representantes de dicha provincia. El gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, ha confirmado su inasistencia debido a compromisos previos con la festividad, lo que refleja las tensiones entre las responsabilidades institucionales y los eventos locales de significancia.
El oficialismo justifica la elección del horario nocturno como una estrategia para maximizar la audiencia del discurso presidencial, aunque esta decisión ha sido objeto de críticas y especulaciones sobre las verdaderas intenciones detrás de ella. La convocatoria a las 21 ha provocado comentarios irónicos dentro del espectro político, evidenciando las fricciones y la polarización que caracterizan al actual clima político.
La izquierda y diversas organizaciones sociales han anunciado movilizaciones para repudiar las políticas del gobierno, marcando un viernes de alta actividad política y social en las inmediaciones del Congreso. La expectativa general es que Milei adopte un tono confrontativo, profundizando las divisiones con una retórica enfocada en criticar a la «casta» política tradicional.