El aumento de voces pro-Putin en Europa, evidenciado por comentarios recientes del expresidente francés Nicolas Sarkozy, junto con los decepcionantes resultados de la contraofensiva ucraniana, podrían erosionar el apoyo de Occidente a Ucrania. Sarkozy cuestionó la posibilidad de revertir la anexión de Crimea por Rusia y descartó la incorporación de Ucrania a la Unión Europea o la OTAN, argumentando que Rusia y Francia se necesitan mutuamente. Aunque sus comentarios fueron rechazados por el presidente francés Emmanuel Macron y otros políticos, resaltan la persistente simpatía por Putin en Europa, a pesar de las atrocidades rusas en Ucrania. La politóloga Nicole Bacharan advirtió que el cansancio político y financiero de las potencias occidentales podría debilitar a Ucrania. Además, el vínculo financiero de Sarkozy con Moscú ha suscitado controversia, mientras que Dmitri Medvedev, expresidente ruso, elogió la postura de Sarkozy. Macron, por otro lado, reiteró que Francia no reconoce la anexión de Crimea por parte de Rusia.