La Casa Rosada se comunicó con las provincias de Neuquén, Mendoza y Córdoba tras los recientes saqueos a comercios, enfatizando que dichos incidentes fueron «episodios de seguridad puntuales, organizados por bandas de delincuentes». Negaron firmemente que estuvieran relacionados con la pobreza o motivos políticos. Sin embargo, hay investigaciones en curso en las provincias para determinar si hubo alguna intencionalidad política detrás de los saqueos.
El presidente Alberto Fernández y otros funcionarios nacionales se mantuvieron en contacto con las regiones afectadas. En una situación particular, Fernández llamó personalmente a una comerciante de Río Cuarto, Córdoba, quien fue víctima de un robo.
El diputado Carlos Gutiérrez, del bloque Córdoba Federal, criticó la intervención del presidente y su ministro en la situación de Río Cuarto, calificando su actitud como «oportunista y miserable».
Por su parte, representantes del gobierno de Neuquén, junto con el sector privado y policial, coincidieron en que no se trató de saqueos vinculados a la pobreza sino de «robos organizados». Georgina Ñanco, titular de la Cámara de Comercio de Neuquén, afirmó que estos actos son vandalismo y no son impulsados por el hambre.
La provincia de Mendoza también sostuvo que los incidentes fueron «hechos delictivos», con al menos dos detenidos acusados de instigar los actos a través de WhatsApp.
Las autoridades de Río Cuarto, Córdoba, están investigando los motivos detrás de los robos y señalan que no fueron espontáneos, pero no creen que haya una motivación política detrás.
Se está considerando endurecer el Código de Convivencia en Córdoba. Por los saqueos del fin de semana, 17 personas fueron detenidas, de las cuales nueve son adultos y seis menores.