River se lo dio vuelta a Inter y va por los cuartos

Cuando entra Solari, sale el Solari. Así funciona últimamente para River y así funcionó anoche: el cambio de Martín Demichelis después de 64 minutos de partido abrió otra serie de octavos de final de Copa Libertadores. Literalmente la abrió: el 36, en estado de gracia, es una flecha y el factor sorpresa que le había faltado a un River que fue previsible en el primer tiempo para el Internacional de un Eduardo Coudet que evidentemente tenía muy bien estudiado el Plan A del CARP, con cinco volantes y Beltrán como punta de lanza.

Ya era el campeón, el que te asfixia en un Monumental que otra vez fue un hervidero y donde este martes por la noche le puso un +1 al récord histórico que ya había obtenido el viernes contra Racing: el CARP, que en un comienzo fue algo más tímido para apretar la salida de abajo del equipo gaúcho, decididamente adelantó sus líneas y no dejó respirar a un rival que se fue achicando lentamente con el correr de los minutos.

Los dos goles de Solari le pusieron un poco de justicia al trámite, pero sólo un poco: River pudo haberse quedado con un resultado bastante más cómodo para viajar la semana que viene a Porto Alegre. Y si no lo hizo fue únicamente por una razón, que tiene nombre (Sergio) y tiene apellido (Rochet). El arquero de la selección uruguaya sacó casi todo lo que le tiraron y pareció un refuerzo puesto a dedo desde la vereda de enfrente: de Nacional, el rival de esta noche de Boca, pasó a atajarse no menos de cuatro pelotas de gol en el Monumental.

Justo cuando empezaba a dar la sensación de que Rochet era poco menos que invencible llegaron dos pases al vacío de primera clase de De la Cruz primero y de Beltrán después para que el puntano, el chico de las poesías, corriera con los espacios que nunca había tenido River en todo el partido. No falló el Pibe, que decididamente ya pide titularidad.

Por lo demás, ahora la historia será otra: tendrá, River, que ser inteligente en un escenario que se presentará bien adverso en el Beira-Rio el martes que viene: en su cancha, ante una multitud y con la obligación de remontar la serie y el momento que atraviesa el equipo (con la derrota de ayer suma seis partidos sin victorias, con apenas dos goles a favor), Inter tendrá que salir con otro semblante.

Allí, en todo caso, deberá verse la mano de un Demichelis que ayer fue artífice clave de la victoria pero que en el planteo inicial fue neutralizado por su amigo Coudet con el equipo y la estrategia que habrá esperado Chacho. Esta vez, Micho logró corregir desde el banco y salió el Solari para un River que metió y jugó como merece un partido de esta instancia de Libertadores para llegar a su 15° triunfo seguido en casa. Ahora, a ir por más…

Fuente: Olé

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