Racing y Boca por un lugar en Semifinales de la Libertadores

La Academia y el Xeneize se fajan en el Cilindro en medio de cuidados, especulaciones y El nivel de intensidad de esta guerra fría marca con claridad lo que estará en juego en el partido de este miércoles por la noche en el Cilindro. En ambos búnkers había -hay- un clima de balotage, en el que parece haber más para perder que para ganar. En definitiva, el que salga triunfador no habrá obtenido más que la chance de seguir en la Copa Libertadores (un logro que tiene un mérito enorme, pero nadie sale campeón en cuartos de final) y el derecho de alardear en bares, grupos de Whatsapp y en encuentros con amigos, pero una eliminación dejará, en uno y en otro, y por razones diferentes, una crisis latente, con heridos, chivos expiatorios y pases de factura. Lo habitual en estos casos…

Una densa sombra de paridad, de clásico cerrado, de destino de penales, se proyecta sobre los pronósticos para esta noche. El mundo de las apuestas suele ser un buen reflejo para medir estas situaciones: el sitio consultado por Olé fue claro. El triunfo de Racing paga 2,60; el empate 3; una victoria de Boca 2,85. El monto del pago por apuesta refleja más una cuestión estadística que futbolística: la Academia aparece como “favorito” (mínimo) más por la localía que por otra cosa. En la mirada del algoritmo también hay un empate virtual.

Nombres propios

Las formaciones de los equipos fueron parte fundamental de la guerra psicológica: la única certeza es la ausencia de las mismas. El juego involucró a ambos cuerpos técnicos: que Barco llega, que Roger no, que Merentiel va con Cavani, que Reniero vuelve del olvido para ser titular… El misterio guarda lugar a que alguno meta un batacazo o un golpe de timón. La incógnita se revelará, seguramente, pocos minutos antes del match, cuando las planillas oficiales se den a conocer.

Gago y Almirón, en la Bombonera. REUTERS/Agustin MarcarianGago y Almirón, en la Bombonera. REUTERS/Agustin Marcarian

Entonces, hasta que esto suceda, los análisis quedan a un costado, muy afectados por las condicionalidades. No es fácil el lugar en el que quedó Jorge Almirón después del interesante planteo en la ida, que sin embargo quedó ¿injustamente? cuestionado por la línea de cinco y Cavani solo arriba. Porque no fue tan así: Boca defendió más con tres que con cinco; Racing pasó el 90% del partido defendiendo, y en definitiva al Xeneize le faltó gol, pero le sobraron situaciones para convertir.

Pero fue el mismo Riquelme el que, en su mensaje codificado habitual, le echó una palada de tierra a su propio entrenador, quizá más con la intención de marcarle la cancha para la revancha que de levantarlo en peso públicamente. En cualquier caso, una eliminación no dejará a Almirón en un lugar cómodo por simple antecedente: tres de los últimos cuatro DT que tuvo Boca salieron ejectados del cargo por haberse quedado afuera de la Copa. La excepción es Ibarra: ni siquiera llegó a jugarla…

Cavani con Sigali. (Photo by JUAN MABROMATA / AFP)Cavani con Sigali. (Photo by JUAN MABROMATA / AFP)

Pero Almirón no es el único que se juega mucho. Juan Román Riquelme también. En su última Copa Libertadores de este mandato, ganar la Séptima, ahí sí, haría que las elecciones de fin de año fueran conceptualmente innecesarias. Una eliminación, en cambio, le daría a la actual oposición y ex oficialismo una veta a explotar políticamente. Por algo el vice rompió como nunca antes el chanchito en este mercado y dio el salto de calidad con la incorporación de Edinson Cavani. Precisamente, el uruguayo sentirá sobre sus espaldas el peso de la presión. Si como dice Román los grandes partidos son para los grandes jugadores, esta será una de las noches en las que el Matador deberá dar un paso al frente. Es cierto que llegó al club hace muy poquito, pero las exigencias en Boca no esperan. A nadie.

Fuente: Olé

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