Ante un histórico atraso en los precios de la nafta, se anticipa un posible aumento significativo en el precio de los combustibles tras la asunción de Javier Milei como presidente.
Con la reciente asunción de Javier Milei a la presidencia, el sector de combustibles en Argentina enfrenta un panorama de ajustes. La nafta súper, cuyo precio ha permanecido casi sin cambios en los últimos meses, muestra un atraso cercano al 50% respecto a su valor real. Tras un modesto aumento del 10% a 12% autorizado por el gobierno saliente, las petroleras buscan un reajuste sustancial.
Actualmente, el litro de nafta súper se vende a un promedio de $350 en el área metropolitana, considerablemente más bajo que su valor real ajustado por inflación. Según la consultora Economía & Energía, el litro de súper debería costar alrededor de $522 para igualar su precio de 2019 en términos reales.
Este atraso se ha profundizado durante la campaña electoral y la transición presidencial, creando un escenario que las empresas consideran insostenible a largo plazo. La expectativa general es que habrá un incremento en los precios de los combustibles bajo el nuevo gobierno de Milei.
La situación se complica aún más al comparar los precios de la nafta en Argentina con otros países vecinos y otros bienes de la economía. La nafta argentina es más barata que en países limítrofes, lo que ha generado un aumento en las ventas en estaciones de servicio fronterizas. Además, la disparidad entre los precios de la nafta y otros productos es significativa, evidenciando la distorsión en los precios relativos.
Se espera que, con la asunción de Milei, se realice una corrección en los precios de los combustibles para reflejar mejor la realidad económica y alinearlos con los estándares internacionales.