26 de abril de 2024
Miguel Pichetto, líder del bloque de Hacemos Coalición Federal, ha tomado un papel crucial en las negociaciones de la nueva reforma laboral en Argentina. Después de intensas discusiones, logró influir significativamente en la redacción final de la ley, limitando las ambiciones iniciales del ejecutivo. Aunque el gobierno de Javier Milei intentó implementar cambios radicales en la legislación laboral, tuvo que retroceder ante la presión de Pichetto y otros líderes parlamentarios, eliminando más de 40 artículos controversiales de la propuesta inicial. Este cambio de dirección se atribuye a la necesidad de Milei de asegurar su primer éxito legislativo ante un congreso reacio.
Pichetto manifestó su disgusto cuando el gobierno presentó un proyecto de reforma con 60 artículos, criticando la falta de profesionalismo y seriedad en el manejo de las relaciones con el Congreso. La propuesta original incluía la eliminación de la cuota solidaria y la ultraactividad, aspectos fundamentales para la financiación y la representatividad de los sindicatos. Estas propuestas fueron particularmente alarmantes para los líderes de la CGT, quienes vieron en ellas una amenaza directa a su influencia y recursos.
La resistencia de Pichetto y otros miembros del congreso llevó a una versión más moderada de la reforma, que aún extiende el período de prueba laboral e introduce un fondo para el cese laboral, pero mantiene la estructura básica del sistema de cuotas sindicales y la vigencia de los convenios colectivos. Esta decisión refleja un equilibrio entre la necesidad de modernizar la legislación laboral y la importancia de mantener la estabilidad social y política.
Pichetto también advirtió sobre los peligros de un liderazgo autoritario por parte de Milei, resaltando la importancia de un diálogo constructivo con el Congreso para garantizar la gobernabilidad. Estas declaraciones, junto con su rol en moderar las propuestas del gobierno, destacan su influencia como un mediador clave en la política argentina.