El presidente expuso algunas medidas económicas y definiciones en política exterior que se alejaron de sus promesas de campaña. La agenda que se viene.
En el paquete de medidas que enviará el ministro de Economía, Luis Caputo, al Congreso figura la decisión del gobierno de reinstalar el Impuesto a las Ganancias que había derogado por ley Sergio Massa para los sueldos mayores a $ 976.516 brutos mensuales. Si se confirma esa decisión Milei no sólo dará marcha atrás con su promesa de campaña de no fijar impuesto sino que se contradice con lo que votó en el Congreso. Así, quedarían alcanzados por Ganancias 1,5 millones de trabajadores.
Tanto en el Ministerio del Interior como en Economía justifican la decisión con explicaciones de pragmatismo político y también de caja: «no hay plata para cubrir el agujero fiscal que dejó Massa y muchas provincias corren peligro de no poder pagar salarios», dijeron a El Cronista cerca del ministro Guillermo Francos.
Negociación con gobernadores
El jefe de la cartera de Interior ya empezó la ronda de diálogo con los gobernadores. En todos los casos escuchó el mismo reclamo: la quita de Ganancias y de Compres sin IVA provocó un cráter fiscal para las provincias. Varios mandatarios del PJ propusieron coparticipar el impuesto al cheque. No hay caso. Eso no será posible. El gobierno prefiere reinstalar Ganancias aunque tenga un costo político fuerte.
Sin embargo, no todo es recorte para «la casta». El último informe de la consultora CEPA alertó que si se avanza con una medida para que haya suspensión de la formula jubilatoria o si se confirma el recorte o congelamiento de los bonos que licuarían este rubro del gasto previsional, el ajuste a los pasivos significará el 9,3% del total.
Según la propuesta de Milei, la inflación se detendrá en la medida que se recorte la demanda. En la práctica, esto significaría el encarecimiento brutal de los productos, lo que condicionará el poder de compra, impidiendo a la población sostener el nivel de consumo prexistente a las medidas.
Además, al costo de la devaluación decretada por Milei, el informe de CEPA revela también que las pymes se verían afectadas por la suba del Impuesto PAIS a la importación de bienes (de 7,5% a 17,5%), lo cual les incrementa el costo de la importación de insumos a un dólar de $940.
«En suma, el 67% del ajuste lo pagarían los trabajadores y trabajadoras activos, pasivos y PYMES», dice el documento.
Justificativo de Milei
Pero el presidente sostuvo su justificativo central a todo esto el viernes: «Estamos haciendo un esfuerzo que recae 60% en la política y 40% en el sector privado». Y aclaró por si quedaran dudas que «todo el esfuerzo que recae en el sector privado es transitorio». Es decir, que las contradicciones de las medidas con las promesas de campaña son «momentáneas», agregaría el vocero Adorni.
Pero las contradicciones de Milei no se limitaron al plano económico y de medidas de gobierno. En el ejercicio de la diplomacia que encaró la canciller Diana Mondino también se vio plasmada la marcha atrás de Milei respecto de sus diatribas verbales contra «los países comunistas enemigos» como China o Brasil.
El caso de China es paradigmático: la semana que pasó en la Casa Rosada desfilaron en simultáneo una delegación importante de China y otra de su peor enemigo que es los Estados Unidos.
Los casos de China y Brasil
Milei y Mondino recibieron a Wu Weihua que es el tercer hombre de poder en China. Le entregó una carta para el presidente Xi Jinping y pidió una extensión del SWAP de 5000 millones de dólares que dejó acordado Alberto Fernández antes de dejar el poder. El nuevo presidente pareció dejar atrás las críticas duras contra el régimen de Bejing y se encamina al pragmatismo puro. La Argentina necesita de los yuanes para pagar la deuda al FMI.
La delegación de Estados Unidos encabezada por secretario del Consejo de Seguridad, Mike Pyle, tomó nota del encuentro con los chinos. El lunes llega otra delegación importante del Tesoro norteamericano para reunirse con Milei y Caputo. Pero según pudo saber El Cronista esa misma delegación tendrá encuentros con dirigentes sociales, legisladores y gremialistas. Quieren ver la película completa.
La otra contradicción en materia de política exterior de Milei se llama Brasil. Los cuestionamientos en campaña al «comunismo» de Lula Da Silva quedaron atrás. También el presidente pareció dejar atrás y pidió olvidar los efusivos abrazos con Jair Bolsonaro. Al presidente de Brasil no le hicieron gracia esos gestos.
Ahora Milei se encuadra con pragmatismo puro frente a Brasil. Encomendó a su embajador Daniel Scioli a avanzar con acuerdos con la administración de Lula, hubo encuentros de Mondino con una comitiva de 20 empresarios de la poderosa FIESP de San Pablo para proyectar inversiones y el mismo Scioli dijo a El Cronista sin vueltas: «las relaciones de Argentina y Brasil están encauzadas y vamos a seguir hacia adelante».
La otra contradicción del gobierno no le compete directamente a Milei aunque lo dejó mal parado. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich anunció que iba a derogar un decreto de Alberto Fernández que pedía tener custodia en el exterior. Pero dio marcha atrás. Confirmó que el decreto de Fernández continuará vigente, aunque aclaró que en caso de que decida irse a vivir a España buscarán algún tipo de convenio con la policía local para abaratar costos.