3 de abril de 2024, 03:42 – En un giro que reaviva el debate sobre las jubilaciones de privilegio en Argentina, la Anses ha aprobado el trámite iniciado por el expresidente Alberto Fernández para acceder a su asignación vitalicia. Esta decisión, que otorga a Fernández un monto neto cercano a los 7 millones de pesos, llega en un momento de intensa discusión política sobre los beneficios otorgados a exmandatarios, en contraste con el recorte que el mismo Fernández aplicó a finales de su mandato.
La concesión por parte de Anses de la jubilación de privilegio al expresidente Alberto Fernández añade un nuevo capítulo al debate sobre las políticas previsionales en Argentina. En un entorno de ajuste económico y demandas sociales, la decisión recalca la urgencia de repensar el sistema de asignaciones especiales para asegurar una mayor equidad y sostenibilidad.
La aprobación del trámite, que también incluye pagos retroactivos, se produce en un contexto donde el debate sobre las finanzas públicas y las asignaciones especiales a figuras políticas está más vivo que nunca. La oposición, liderada por figuras como la diputada Graciela Ocaña, ha expresado su rechazo, argumentando, entre otras cosas, el cuestionable domicilio de Fernández y el escándalo de los seguros que mancha su legado.
A pesar de las promesas del actual presidente Javier Milei de abordar la eliminación de estas jubilaciones como parte de una reforma previsional, el tema sigue siendo delicado y con pocas definiciones claras. La situación de Fernández se inscribe en un marco más amplio de asignaciones vitalicias que benefician a exmandatarios y vicepresidentes, una práctica que contrasta con la realidad previsional de millones de argentinos y que pone en relieve la necesidad de una discusión profunda sobre la equidad del sistema.