El presidente Javier Milei extendió una invitación oficial al Papa Francisco para visitar Argentina, enfatizando el impacto positivo que su presencia tendría en la pacificación y unidad del país.
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Javier Milei, presidente de Argentina, ha realizado un gesto significativo al invitar al Papa Francisco a visitar el país. En una carta oficial, fechada el 8 de enero pero dada a conocer recientemente, Milei expresa su convicción de que la visita del Papa «traerá frutos de pacificación y hermanamiento» entre los argentinos, en un momento donde el país busca superar divisiones y enfrentamientos.
Milei también agradeció la colaboración de la Iglesia católica en el campo social, especialmente relevante en el contexto de las recientes decisiones económicas tomadas por su gobierno, orientadas a proteger a los más vulnerables y profundizar equidades.
La carta, publicada en redes sociales, incluye una fotografía de Milei firmando el documento junto a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia. Esta invitación marca un acercamiento entre Milei y la máxima autoridad de la Iglesia católica, tras algunas diferencias previas.
En una entrevista con Radio La Red, Milei expresó su esperanza de que Francisco acepte la invitación, destacando la expectativa y esperanza que su visita generaría en un país mayoritariamente católico. Recordó también un llamado telefónico recibido del Papa el 22 de noviembre, días después de su victoria electoral, en el cual Francisco le ofreció consejos y buenos deseos.
Milei reconoce la complejidad de la agenda del Papa pero se muestra optimista sobre la posibilidad de su visita para la alegría de todo el pueblo argentino. La carta finaliza con expresiones de alta consideración y respeto por la obra y persona del Papa.
Francisco, quien no ha regresado a Argentina desde su ungimiento como Papa en 2013, se había referido a Milei el pasado 13 de diciembre, diferenciando las declaraciones de campaña de las acciones de gobierno. Milei, por su parte, había pedido perdón al Papa por declaraciones previas y mostrado respeto por su liderazgo eclesiástico.