En Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional ha oficialmente anunciado el comienzo del fenómeno climático natural conocido como El Niño. Este fenómeno, que ocurre cada 2 a 7 años, se caracteriza por cambios en las temperaturas del océano en el Pacífico ecuatorial y tiene impactos climáticos globales que varían según la región y la época del año. En esta ocasión, se espera que El Niño traiga más lluvias de lo habitual en varias regiones del país durante la primavera.
El Servicio Meteorológico Nacional explica que El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) tiene tres fases: El Niño, La Niña y una fase neutra. En el caso de Argentina, durante la fase El Niño, que es la que se está experimentando, se espera un aumento en la frecuencia e intensidad de las precipitaciones en gran parte del centro-este y norte del país, especialmente en provincias como Misiones, Corrientes y el norte de Santa Fe. Estas regiones históricamente han tenido mayor vínculo con el fenómeno de El Niño, y se ha observado que en años con presencia de El Niño, las primaveras han sido más lluviosas en estas áreas.
No obstante, El Niño también afecta otras partes del país. En la provincia de Buenos Aires, el sur del Litoral y el noroeste de la Patagonia, también se espera un aumento en las precipitaciones durante esta primavera. En contraste, en el oeste de la Pampa Húmeda, se prevé que haya lluvias inferiores a las normales durante este período.
El informe del Servicio Meteorológico Nacional pronostica que las condiciones de El Niño se mantendrán en Argentina durante el trimestre septiembre-octubre-noviembre de 2023, con una probabilidad del 99%. En general, El Niño puede traer consigo un aumento del riesgo de inundaciones, crecidas de ríos y tormentas intensas, entre otros impactos, en las regiones afectadas.