Si bien Posadas es una ciudad bella por su naturaleza y en los últimos años ha mejorado en su estructura y servicios, hay un debe importante en el microcentro, que se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta. El avance de los comerciantes con mercaderías sobre el espacio público, producto de la falta de control municipal, el aumento de mesiteros y ambulantes, hacen que el transitar por la ciudad se torne dificultoso y antiestético.