Los de Coudet ganaban por la mínima, pero el Flu torció el rumbo con un gol y una asistencia de Cano para el 2-1 en Porto Alegre. Espera por Boca- Palmeiras
La Copa Libertadores ya tiene a su primer finalista: Fluminense.
En una resolución no apta para cardíacos, los cariocas dirigidos por Fernando Diniz torcieron la adversa historia de visitantes ante Inter. Fue por 2-1 (4-3 en el global), con un Germán Cano vital, para meterse en el partido decisivo del próximo 4 de noviembre en el Maracaná. Esperan por Palmeiras o Boca, que jugarán este jueves a partir de las 21.30.
Durante gran parte del primer tiempo, Inter no había dejado jugar al Fluminense, siempre peligroso si maneja la pelota con claridad. El equipo de Chacho Coudet salió a presionar bien alto y a cortar el circuito de juego de los cariocas, muy blandos desde lo actitudinal en esa parte. Los locales se pusieron arriba a los 10 minutos mediante un tiro de esquina: flojísima salida del arquero Fabio y cabezazo oportuno de Gabriel Mercado para el 1-0. Los de Porto Alegre pudieron haber ampliado el marcador en esos 45 minutos, pero le perdonaron la vida a su rival. ¿Cano? Hasta ahí, muy solo arriba, sin ser abastecido, remató desde media distancia para incomodar al uruguayo Rochet en la chance más peligrosa para el Flu. Luego se convertiría en el salvador.
Cano, héroe absoluto (AP).
En el segundo tiempo, mucho más parado de contra, Inter le cedió totalmente el balón a Fluminense para apostar a la velocidad del ecuatoriano Valencia, que tuvo las más claras, pero no las aprovechó y lo pagaría muy caro. Los dirigidos por Fernando Diniz siguieron con la pelota, ya algo más incisivos respecto a la pasividad del PT, y se encontraron con la llave para llegar a la final: a los 36′, Cano habilitó al picante Kennedy para el 1-1 y, sin sacar el pie del acelerador, el delantero argentino (goleador de la Copa con 12 tantos) no perdonó en la siguiente que tuvo a los 42′. Increíble desenlace. Y el arquero Fabio pudo redimirse con una buena atajada final para impedir el empate de Inter y los penales. Manos vacías para el conjunto de Coudet.
Fuente: Olé