Tras el revés legislativo de la ley ómnibus, los principales referentes libertarios, Santiago Caputo, Martín Menem, Guillermo Francos y Nicolás Posse, se reunieron en secreto en la Casa Rosada. En este encuentro, debatieron sobre las causas de la caída del proyecto clave para la administración y concordaron en una estrategia de no urgencia para su reintroducción.
El análisis post mortem de la sesión legislativa reveló que, a pesar de los esfuerzos, la falta de apoyo hizo insostenible la aprobación del proyecto. La decisión de postergar su tratamiento sugiere una táctica de reflexión y replanteamiento de estrategias futuras. Los asistentes a la reunión, cercanos al presidente Javier Milei, discutieron posibles pasos a seguir, enfocándose en avanzar en la agenda gubernamental sin depender exclusivamente del Congreso.
El diagnóstico compartido apuntó a una obstrucción política deliberada como principal obstáculo, interpretando el retiro del proyecto como una maniobra de la oposición para frenar al gobierno. A pesar de esto, el equipo presidencial se mantiene optimista, planificando enfocarse en áreas clave como la economía y la seguridad, y utilizando herramientas ejecutivas para impulsar su gestión.
El enfoque hacia adelante incluye una mirada crítica hacia el papel del Congreso, con la administración dispuesta a explorar alternativas para implementar su programa sin la necesidad de aprobación legislativa. Este enfoque pragmático refleja una adaptación a las realidades políticas y la búsqueda de caminos alternativos para cumplir con los compromisos de gobierno.
Extracto: Tras el fracaso de la ley ómnibus, los líderes libertarios recalibran su estrategia, optando por una aproximación más cautelosa y menos dependiente del Congreso.
Tras la intensa votación de la ley ómnibus, se evidenció una marcada división entre los diputados que mantuvieron su apoyo y aquellos que se opusieron en los artículos específicos del proyecto. La furia de Javier Milei no distinguió entre aquellos que acompañaron inicialmente la votación y luego manifestaron objeciones en ciertos artículos e incisos, calificándolos de traidores y parte de la casta. Este enojo se dirigía tanto a quienes se opusieron al inciso sobre las facultades para intervenir en los fideicomisos de fondos provinciales como a quienes rechazaron la iniciativa en su totalidad.
La primera votación arrojó un resultado de 144 votos a favor, superando la cantidad necesaria para avanzar. Sin embargo, durante la discusión en particular, 55 de esos diputados se pronunciaron en contra en al menos una de las votaciones subsiguientes, destacándose las figuras de Carolina Píparo y Lorena Macyszyn, quienes no avalaron el inciso sobre los fideicomisos, y Gabriel Chumpitaz, quien se abstuvo en un inciso.
Este informe clasifica a los diputados en varias categorías según su voto en general y en particular sobre los diferentes artículos de la ley:
- Los que mantuvieron el apoyo a la ley ómnibus: Un total de 90 diputados votaron a favor en general y en particular, sin cambiar su postura en ninguno de los artículos, incluidos aquellos del Frente Pro, Libertarios, y algunos de la UCR.
- Los que votaron en contra en al menos un artículo: Un grupo de 55 diputados, que inicialmente apoyaron el proyecto en general, votó en disidencia en por lo menos un artículo, mostrando una variedad de posturas dentro de los bloques de la UCR, HCF (Hacemos por el Cambio Federal), IF (Innovación Federal), y otros.
- Los que votaron todo en contra: 110 diputados se opusieron en general y en particular a todos los artículos de la ley, incluyendo miembros de la UP (Unión por la Patria), la izquierda, y otros bloques minoritarios.
Este análisis refleja la complejidad de las alianzas políticas y las variadas posturas dentro del Congreso Argentino en torno a la ley ómnibus, evidenciando las tensiones internas y las negociaciones detrás de las votaciones legislativas.