El año 2023 está siendo difícil para las estaciones de servicio argentinas. Los aumentos de precios mensuales no compensan la inflación, y el uso de tarjetas de crédito conlleva comisiones y retrasos en los pagos. Esto ha llevado al sector al borde de la quiebra.
La falta de rentabilidad amenaza con agotar el combustible y limitar la cantidad de despacho por cliente. Las petroleras han reducido el suministro argumentando problemas de importación. Los estacioneros no pueden garantizar el combustible para el transporte y la logística.
El programa «Precios Justos» establece un tope del 4% en los aumentos mensuales de precios, pero los estacioneros consideran que son injustos, ya que otros productos suben de acuerdo con la inflación. Además, argumentan que el aumento de los combustibles no afecta significativamente la inflación.
En la provincia de Misiones, las estaciones de servicio enfrentan problemas debido a los altos precios del combustible en comparación con otras provincias. Las estaciones más pequeñas son las más afectadas.
Los estacioneros sienten que no se les tiene en cuenta en las discusiones y políticas del sector, y no se les da la oportunidad de expresar su situación en las mesas de diálogo con el Gobierno y las petroleras.