Cómo el hartazgo del kirchnerismo y la CGT ayuda por ahora a Milei

El hartazgo social ayuda a Milei

Se empieza a divisar con cierta consistencia el esquema concentrado de poder que va construyendo el Gobierno. La cima es, con lógica, para Javier Milei. En la última semana ha quedado formalizado el protagonismo determinante de su hermana, Karina. “El Jefe” o “El Mesías”, según los motes que prefiere el mandatario. Tal pintoresquismo tiene ahora traducción en la realidad. La Secretaria General estará al mando de seis dependencias, las mismas que tuvo Julio Vitobello con Alberto Fernández. Pero le fueron adjudicados 19 objetivos de los cuales 17 poseen relación directa con actividades de gestión, políticas y protocolares de su hermano.

Ese modelo establece una distancia clara con la estructura del equipo que los acompaña. Por orden jerárquico estaría Nicolás Posse, el jefe de gabinete, que aparece mucho, pero cuya voz pública aún se ignora. Guillermo Francos, el ministro del Interior, que despliega una voluntad de diálogo no siempre correspondida. Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad, con la figuración preponderante después del Presidente.

Existe otro par de casilleros relevantes. Luis Caputo, el ministro de Economía, a quien Milei compró el paquete de ajuste fiscal ni bien advirtió que la dolarización se tornaba ya mismo imposible. Adolfo Sturzzeneger, ex titular del Banco Central con Macri, sin cargo, pero autor intelectual y redactor de la revolución libertaria amalgamada en el DNU y la “Ley Ómnibus”. Su cruzada no ha concluido. Algunos, maliciosamente, la asocian con la Gran Revolución Cultural de Mao Zedong en China entre 1966 y 1976. Desde el prisma libertario.

Aquella concentración sería, tal vez, desencadenante de algunos desórdenes e improvisaciones que se observan en la administración. El área de comunicación, de sensibilidad extrema para La Libertad Avanza, se ha convertido en una cuartería. Funcionarios que llegaron y se fueron –por lo menos tres- en la misma cantidad de semanas. El inamovible es el joven Santiago Caputo. Reuniones importantes, como la de Milei con sus diputados, a la que no todos asistieron porque fueron avisados a destiempoLa reyerta en el área de cultura que derivó en el alejamiento del titular del Fondo Nacional de las Artes antes que asumiera. Organismos del Estado muy importantes donde perviven las segundas líneas de La Cámpora. Sucede en la ANSES que conduce el cordobés Osvaldo Giordano, enviado por Juan Schiaretti. También en Aerolíneas Argentina y el Correo.

Muchos libertarios, también peronistas, macristas y radicales, sospechan que desde aquellos nichos existen puentes con Axel Kicillof en Buenos Aires. El principal contrincante visible que tiene hoy el Presidente. Llama la atención ahora una cosa: la proliferación de pintadas en el conurbano con una leyenda común: “Milei estafador”. No refiere a ningún negociado sino a la primera línea argumental opositora que esboza el kirchnerismo: el libertario no estaría cumpliendo sus promesas de campaña. Algo no habrían escuchado o comprendido bien.

Lo que a primera vista asoma como una imprudencia política podría representar para Milei una ventaja en el corto plazo. Mientras ejecuta el primer segmento cruel del ajuste –aumentos en todos los rubros con el naftazo de broche—requiere de algún escenario de confrontación. Sus alusiones a “la casta” como el palo en la rueda que frena sus planes incluye a una mayoría de dirigentes que necesitará si pretende que el cuestionado DNU conserve vigencia y la “Ley Ómnibus” sea considerada en el Congreso siquiera de manera parcelada. Sabe muy bien, en cambio, que no podrá contar con ninguna colaboración kirchnerista.

Esas cosas ocurren por tres razones. El kirchnerismo no tiene conducción porque Cristina Fernández ha preferido entrar en un paréntesis hasta marzo. Refugiada en el Calafate. El PJ está a la deriva a raíz que si titular, Alberto Fernández, está residiendo en Madrid. Los gobernadores tienen necesidad de un puente con Milei por razones de caja. El único en condiciones de polemizar es Kicillof. Dijo que lo único que le faltó decir al DNU fue “Afuera la democracia”. Al Presidente le interesa el contrapunto porque congrega a su base electoral.

Algo similar sucede con la central obrera. La organización logró dos fallos de la Justicia Laboral que ordena suspender el tramo de las reformas de ese campo del DNU. Un juez de feria, Enrique Lavié Pico, habilitó la posibilidad de que el decreto sea objetado en su integridad. Hay más de 50 cautelares en todo el país. Fin de la inocencia mileísta. El Procurador Rodolfo Barra urde su contra ofensiva.

La CGT mantiene la decisión de un paro nacional de medio día para el 24 de marzo. Francos aconsejaría negociar a partir de algunos hombres que se mostrarían abiertos: Gerardo Martínez, de la UOCRA, Armando Cavalieri, de Comercio, Luis Barrionuevo, de Gastronómicos. La intransigencia sería de Pablo Moyano y de Héctor Daer, oyente de su amigo Sergio Massa. Milei no está convencido de la desactivación. Porque el retorno de “los gordos” a la calle después de cuatro años de hibernación estimularía la memoría y la bronca de la legión que en noviembre se pronunció a favor de un cambio.

Esta suerte de juego presidencial parece también de vuelo corto si sus decisiones económicas no sirven en algún momento para trazar una expectativa favorable en el imaginario popular. La inflación de diciembre será descomunal. La de enero se conformará espoleada por incrementos en: trenes, colectivos, subtes, peajes, prepagas, expensas, gas y electricidad. Marzo acostumbra a ser un mes de elevada inflación estacional. Abril debería poder exhibir el trozo de alguna zanahoria.

Para que aquel plan oficial logre prolongarse en el tiempo el gobierno requeriría una cualidad que todavía no ventila. Una plataforma de acción política descentralizada que no dependa exclusivamente de los pulgares de Milei y Karina. Para eso harían falta más que un puñado de dirigentes diestros. También la determinación de bajarle el voltaje a las acusaciones contra “la casta”.

Con información de Clarín

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