La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado oficialmente el inicio del fenómeno de El Niño, lo que ha generado preocupación por el aumento de las temperaturas y las posibles alteraciones meteorológicas que se esperan este año. Este fenómeno ha sido detectado en el océano Pacífico tropical por primera vez en siete años, lo que indica que es probable que se produzcan condiciones que afectarán las temperaturas y el clima en diversas partes del mundo.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, advirtió que la aparición de El Niño aumentará significativamente la posibilidad de establecer nuevos récords de temperatura y desencadenar olas de calor más extremas tanto en tierra como en el océano. Se espera que el aumento de las temperaturas sea más notable en los próximos tres meses y que persista hasta finales de este año, con una intensidad que al menos se considera moderada, aunque no se descarta que pueda ser un fenómeno severo.
Wilfran Moufouma, meteorólogo y especialista en El Niño de la OMM, señaló que se pronostican condiciones de sequía en Australia, América y especialmente en Sudamérica como resultado de este fenómeno. Esto plantea preocupaciones sobre la disponibilidad de agua y los posibles impactos en la agricultura y los ecosistemas en esas regiones.
La sequía en el centro y norte de Santa Fe, en Argentina, ya ha comenzado a afectar seriamente a la región, lo que pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las comunidades locales en términos de abastecimiento de agua y producción agrícola.
Ante esta situación, es importante que los gobiernos y las comunidades estén preparados para hacer frente a los efectos del fenómeno de El Niño. Se deben tomar medidas para mitigar los impactos del calor extremo y la sequía, así como para garantizar la seguridad hídrica y la resiliencia de los sectores agrícola y medioambiental.
La OMM continuará monitoreando y proporcionando actualizaciones sobre la evolución del fenómeno de El Niño, y se espera que los países y las organizaciones internacionales tomen las medidas necesarias para hacer frente a los desafíos que se presenten. El trabajo conjunto y la colaboración global serán fundamentales para minimizar los impactos y proteger a las comunidades vulnerables durante este período de condiciones climáticas adversas.