Desde el sábado, numerosos camioneros han estado varados en la cabecera del puente en el lado argentino en Posadas, esperando para cruzar hacia Encarnación, Paraguay, debido a los lentos controles aduaneros y a la falta de infraestructura adecuada para manejar el flujo de tráfico.
Los transportistas, quienes han estado estacionados en largas filas esperando la autorización de la gendarmería para avanzar, han expresado su frustración y preocupación por los riesgos que conlleva la situación, señalando que interrumpen el tráfico y están expuestos a accidentes, además de no tener donde resguardarse ni acceder a servicios básicos.
Las demoras en el control, que también afectan a los camiones que regresan vacíos de Argentina, están provocando pérdidas económicas tanto para los conductores individuales como para las empresas exportadoras que están tratando de mover su producción. Un conductor destacó que la situación se vuelve caótica, especialmente durante los fines de semana, y lamentó que el paso no esté abierto las 24 horas para facilitar las operaciones de carga y descarga.
El atasco está exacerbado por el hecho de que los camiones no pueden acumularse en el puente debido a las recomendaciones de Vialidad Nacional, lo que ha resultado en una extensa fila de vehículos en el lado argentino esperando la luz verde para cruzar a Encarnación. Los conductores piden medidas urgentes para resolver la demora que afecta gravemente su labor y pone en peligro su bienestar.