22 de marzo de 2024 – La acelerada inflación y el deterioro del poder adquisitivo en Argentina han llevado a un marcado descenso en las ventas de naftas y gasoil, reflejando una significativa contracción en el consumo de combustibles. Durante los primeros dos meses del año, el mercado experimentó una reducción del 5,2% en las ventas de naftas, con una notable caída del consumo de gasoil a partir de marzo, indicando una desaceleración en la actividad económica.
Este descenso se produce en un contexto de aumentos sucesivos en los precios de los combustibles, los cuales han acumulado un incremento promedio del 172% desde la asunción de Javier Milei, impulsados por la recomposición de márgenes, la devaluación del peso, y la actualización de impuestos. La tendencia ha generado un cambio en las preferencias de los consumidores, quienes se han inclinado por opciones más económicas ante el encarecimiento de los combustibles premium.
Empresas del sector advierten sobre una caída aún más pronunciada en las ventas para marzo, con estimaciones que superan el 20%, especialmente en los combustibles diésel, reflejando un parón en sectores claves de la economía como el transporte de carga y la industria pyme. Este escenario se contrapone con las expectativas de recuperación en el segundo trimestre debido a una mejora en la cosecha, aunque el impacto actual ya deja huellas en la demanda interna y la actividad económica general.
Extracto: La inflación y el ajuste de precios en los combustibles disparan una alarma en la economía argentina, con un impacto directo en el consumo y señales preocupantes de recesión.