Denuncia ciudadana expone vertido de efluentes por Papel Misionero, encendiendo debates sobre la efectividad de las sanciones ambientales.
El reciente descubrimiento de un derrame de efluentes en el río Paraná, cercano a las instalaciones de Papel Misionero (parte del Grupo Arcor), ha generado una ola de preocupación en la comunidad por el posible daño ambiental resultante. La alerta surgió a través de un video difundido por pescadores locales, capturando la atención pública y de autoridades.
José Luis “Cachorro” Fuentes, abogado y académico especializado en derecho ambiental, se hizo eco de la situación y presentó una denuncia formal ante el Ministerio de Ecología de Misiones. La rápida reacción del ministerio, procediendo a la toma de muestras al día siguiente, fue un paso positivo según Fuentes, aunque resaltó la importancia de mantener el impulso para garantizar una respuesta efectiva y evitar la repetición de tales incidentes.
La discusión sobre la imposición de sanciones a empresas por daños ambientales no es nueva en la región. Fuentes admitió la escasez de antecedentes significativos en cuanto a multas o sanciones, lo que, a su juicio, justifica el escepticismo de la sociedad respecto a la rendición de cuentas por estos actos. El caso del Riachuelo, citado por el letrado, resalta la necesidad de una estructura jurídica sólida que, sin embargo, parece incompleta.
La responsabilidad de la vigilancia recae primeramente en el Ministerio de Ecología provincial, enfatizó Fuentes, en consonancia con las prerrogativas jurisdiccionales estipuladas por la Constitución Nacional. Sin embargo, sugirió que la Secretaría de Ambiente de la Nación también debería involucrarse, dada la naturaleza interjurisdiccional del río Paraná.
Fuentes señaló una brecha significativa entre la realidad y el ideal en cuanto a la información ambiental disponible para los ciudadanos. Resaltó el papel crucial de las leyes recientes y acuerdos internacionales, como el Acuerdo de Escazú, en fortalecer el derecho a la información ambiental. Aun así, evidenció una falta de comunicación efectiva sobre asuntos ambientales críticos, incluyendo las áreas más contaminadas y la realización de audiencias públicas.
Extracto: La denuncia sobre el derrame de efluentes de Papel Misionero en el Paraná desata preocupaciones sobre el impacto ambiental y la transparencia en la gestión de la información. La sociedad demanda acciones concretas y mayor involucramiento de las autoridades en la protección del ambiente.