La Casa Rosada reanuda conversaciones para promover la ley ómnibus, excluyendo a mandatarios opositores, mientras anuncia recortes en educación y transporte.
El Gobierno nacional, liderado por el presidente Javier Milei, reactiva el diálogo con las provincias para avanzar con la ley ómnibus, aunque deja fuera de las conversaciones a los gobernadores considerados más críticos. Este movimiento se produce tras un encuentro entre Milei y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y se anticipa a una serie de reuniones del ministro del Interior, Guillermo Francos, con otros mandatarios provinciales en Salta. Estas acciones señalan un intento de reforzar los lazos con algunos sectores, mientras se confirma el recorte de fondos en áreas sensibles como educación y transporte.
La estrategia del Ejecutivo distingue claramente entre los gobernadores, buscando reforzar alianzas con aquellos dispuestos a dialogar sobre las reformas propuestas. Luis Caputo, ministro de Economía, confirmó el cese de fondos federales destinados al incentivo docente y los subsidios al transporte, delegando estas responsabilidades financieras a las provincias. Esta decisión refleja la postura firme del Gobierno frente a la necesidad de ajustes económicos y la redistribución de responsabilidades fiscales.
El acercamiento a ciertos gobernadores y el recorte de fondos son movimientos estratégicos que apuntan a consolidar el proyecto de ley ómnibus, a pesar de las resistencias encontradas en intentos anteriores. El Gobierno mantiene su disposición al diálogo, pero demuestra su determinación de avanzar con sus políticas económicas, incluso en la ausencia de un consenso total.
La reunión en Salta, encabezada por Francos, busca clarificar y posiblemente alinear las expectativas en torno a la ley ómnibus, en un contexto de creciente tensión fiscal en las provincias. A su vez, el Gobierno intenta suavizar las relaciones con los gobernadores, en un esfuerzo por crear un ambiente más propicio para la aprobación de futuras reformas.
Extracto: En un intento por impulsar reformas clave, el Gobierno reabre el diálogo con ciertas provincias, marcando una estrategia de colaboración selectiva y confirmando recortes en áreas críticas.