En una muestra de unidad y desafío, gobernadores de diversas provincias argentinas han respondido a las recientes políticas económicas del presidente Javier Milei, que incluyen recortes significativos en fondos coparticipables y subsidios. Frente a la retención de $13.500 millones destinados a Chubut y otros ajustes que afectan directamente a Buenos Aires, Tierra del Fuego, y más provincias, los mandatarios provinciales han llamado a una mesa de diálogo, anunciado acciones judiciales y, en un giro dramático, amenazado con paralizar la producción de petróleo.
Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, ha decidido llevar la disputa ante la Corte Suprema, buscando la restitución de los fondos retenidos por el gobierno nacional. Del mismo modo, Gustavo Melella, de Tierra del Fuego, anunció un cese de la producción petrolera por 24 horas como medida de presión, acción coordinada con otros gobernadores patagónicos en solidaridad con Chubut.
La situación, que también incluye reclamos por la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal, el Fonid, y el Fondo Compensador al Transporte Público, ha generado un clima de extrema tensión entre las provincias y el gobierno de Milei. Gobernadores como Hugo Passalacqua de Misiones y Ricardo Quintela de La Rioja se han sumado a las demandas judiciales, mientras que otros, como Claudio Vidal de Santa Cruz y Rogelio Frigerio de Entre Ríos, han hecho un llamado al diálogo y la reflexión, evocando la necesidad de superar divisiones históricas y trabajar unidos frente a la crisis económica y social.
Este conjunto de acciones y declaraciones marca un momento crítico en las relaciones entre el gobierno nacional y las provincias, delineando un escenario de confrontación y búsqueda de soluciones que eviten profundizar la crisis y permitan retomar el camino del crecimiento y la estabilidad en Argentina.