Una elección impredecible y un complejo humor social que desvelan a Massa, Bullrich y Rodríguez Larreta

Atravesado por un clima de frustración y apatía, el escenario electoral es una incógnita para los equipos de campaña. Los esfuerzos del ministro de Economía. El enigma del ausentismo

Sergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia BullrichSergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich

“¿Cómo vender esperanza y futuro con un presente tan tortuoso?”, se preguntaban en estos días en el equipo de Sergio Massa. “¿Alcanza con llevar el barco ‘a buen puerto’, como describió este viernes por la tarde el gobernador Ricardo Quintela? ¿O con pedir perdón por los errores, como resaltó el propio precandidato presidencial?

El ministro de Economía está tan desvelado como Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, los dos postulantes de la oposición con mayores chances de llegar a la Presidencia: están frente a una elección impredecible, atravesada por un humor social que inquieta y que ningún encuestador es capaz de pronosticar sin temor a caer en el papelón. “Creemos que las encuestas no se condicen con la realidad”, arriesga un colaborador de la campaña de Unión por la Patria que monitorea estudios de opinión todas las semanas.

“El humor social es de bajísima intensidad: hay desesperanza, apatía y tristeza, todas emociones de brazos caídos. No hay imaginario de futuro. Nadie cree que la elección vaya a cambiar nada”, agrega Oliveto.

“La gente no está con ira, no quiere romper todo, pero está frustrada, no ve futuro hacia adelante”, resumió a este medio uno de los estrategas más influyentes del jefe de Gobierno porteño. La bronca fue, por caso, el sentimiento que sí predominó en las elecciones del 2021 en las que el oficialismo recibió un cachetazo electoral que marcó una bisagra en el seno de la coalición. Las consecuencias de la pandemia de COVID-19 estaban por entonces mucho más frescas que ahora, y la fiesta de Olivos que decretó el divorcio definitivo de Alberto Fernández con la sociedad tuvo su correlato en las urnas. “Fue una elección de catarsis”, explica un consultor.

Foto del cumpleaño de Fabiola Yañez en la quinta de Olivos durante la cuarentena estrictaFoto del cumpleaño de Fabiola Yañez en la quinta de Olivos durante la cuarentena estricta

El escenario este año es mucho menos previsible, alimentado, para colmo, por un creciente ausentismo que en las 16 elecciones provinciales de estos meses trepó a los cinco millones de electores. Una cifra alarmante que en los equipos de campaña de los principales precandidatos solo lleva más zozobra. “¿A quiénes iban a votar los que no fueron a votar? Es imposible saberlo”, confesaron en uno de esos campamentos.

En ese contexto, Massa, que al cierre de la semana promocionó a los cuatro vientos el principio de acuerdo con el Fondo Monetario como si esa negociación lo desligara automáticamente de su trabajo de ministro, tiene por delante una tarea demasiado compleja: ser ministro y el candidato de la unidad mayoritaria de un gobierno que, como él mismo reconoció en La Rioja, no cumplió con sus promesas de campaña. En sus encuestas, el 54% de los entrevistados considera a la inflación como la principal preocupación. Desesperado, en su mini gira por el norte del país, Massa se postuló como “el presidente que derrote a la inflación”.

Para el jefe del Frente Renovador se trata de su mayor desafío político: está convencido de que es “difícil, pero no imposible”. Que tiene una chance, pero que tiene que convencer a una porción del electorado moderado que mira de reojo a la oposición, atrapado por un programa económico atado a las exigencias del Fondo, y como cabeza de un gobierno desaprobado por la mayoría. “No hay que hablar del legado de Alberto”, dicen en el massismo.

Sergio Massa en La RiojaSergio Massa en La Rioja

Hay, sin embargo, una coincidencia en todos los sectores: el sistema, tal como está, no va más. La necesidad de cambio está muy latente. “Todo está roto, y todos coinciden, el círculo rojo y la sociedad, en que la cosa, así como está, está agotada”, grafica un renombrado consultor.

Para Rodríguez Larreta, la irrupción de Massa candidato no fue una buena noticia: se conocen demasiado, a pesar de que el vínculo se resintió. El último cruce de WhatsApp, según trascendió, fue cuando el ministro de Economía confirmó su postulación.

En ambos campamentos se percibe el cansancio de una campaña tensa y extensa. En los dos equipos de campaña quieren achicar los márgenes de error de cara a estos últimos 15 días previos a las PASO. Los que hace un mes atrás eran entusiastas, ya no lo son tanto. El escenario es de incertidumbre absoluta.

Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta en La RuralPatricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta en La Rural

En el larretismo creen haberse recuperado de la debacle interna por la fallida incorporación de Juan Schiaretti, una jugada que le hizo perder entre 4 y 5 puntos nacionales al jefe de Gobierno, y que lo desperfiló en la interna del PRO. Un sector del bullrichismo confía en absorber algunas adhesiones de Javier Milei, si es que el candidato liberal se desinfla en el sprint final. La performance de Milei es otra de las incógnitas que desvela a los encuestadores: ¿hasta dónde llega el fenómeno libertario?

En la oposición se disputan los apoyos. La elección de este domingo en Chubut será reveladora en ese sentido en torno a la figura de Ignacio Torres, el precandidato que quiere ser gobernador de esa provincia. Rodríguez Larreta ya consiguió el respaldo del cordobés Rodrigo de Loredo. Y espera por María Eugenia Vidal y Facundo Manes. Este fin de semana, todavía había millones de trascendidos dando vueltas

Fuente: Infobae

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