En las elecciones ecuatorianas, la candidata ultracorreísta Luisa González y el outsider Daniel Noboa, del partido Acción Democrática Nacional, avanzarán a una segunda vuelta en octubre. Aunque González lidera con el 33% de los votos, seguida de Noboa con 24%, la sorpresa ha sido la rápida subida de Noboa en las encuestas, pasando del penúltimo lugar a la segunda posición en tan solo 10 días.
Rafael Correa, ex presidente y principal respaldo de González, ha denunciado fraude en las elecciones, especialmente en Europa y en el exterior. El Consejo Nacional Electoral confirmó ataques cibernéticos a la plataforma de votación, provenientes de varios países, aunque los votos no se vieron comprometidos.
La situación política en Ecuador ha sido marcada por recientes eventos, incluido el asesinato de Fernando Villavicencio y las tensiones en el debate presidencial. La seguridad y violencia han sido temas centrales en estas elecciones, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a uno de los candidatos, Christian Zurita, debido a amenazas recibidas de carteles narcotraficantes.
El contexto económico también ha influido en las elecciones, con los ecuatorianos preocupados por la economía tras los desafíos que han surgido a raíz de la pandemia. El politólogo John Polga-Hecimovich opina que el apoyo a González refleja la nostalgia por el boom económico bajo Correa y la esperanza de un aumento en el gasto público si ella gana.