22 de abril de 2024 — El presidente Javier Milei busca cambiar la estructura salarial del gobierno argentino con un «paquete anticasta» para normalizar los ingresos desfasados en el Poder Ejecutivo. Tras la controversia sobre el aumento de las dietas de los senadores, Milei enfrenta la paradoja de sueldos desproporcionados dentro de su propio gabinete.
En medio de ajustes económicos, los ministros y altos funcionarios han visto sus salarios congelados y recientemente afectados por devoluciones de incrementos previamente otorgados. Esta situación ha llevado a una incongruencia donde algunos asesores podrían terminar ganando más que los ministros debido a las escalas salariales ajustadas por paritarias estatales.
La gestión Milei ha sido marcada por un fuerte discurso contra lo que denomina la «casta política», promoviendo medidas de austeridad que incluyen la eliminación del financiamiento público a partidos políticos y limitaciones a los beneficios de exfuncionarios. Sin embargo, la disparidad salarial interna ha hecho que el gobierno planee una reforma integral.
El congelamiento de sueldos ha llevado a situaciones donde altos funcionarios ganan menos que sus subalternos, creando un ambiente de tensión y descontento en un período donde la austeridad es promovida como virtud gubernamental. Este desbalance ha provocado que incluso los directores de YPF, con participación estatal, reclamen aumentos que los situarían en sueldos exorbitantes en comparación con el resto del gabinete.
Para abordar estas incongruencias, se ha propuesto una ley que vincularía el salario del presidente y otros altos funcionarios a múltiplos del salario mínimo, estableciendo una estructura escalonada que minimiza las diferencias salariales entre los niveles de gobierno. Además, se sugiere un método de actualización basado en la fórmula jubilatoria, buscando una solución equitativa que no contradiga el discurso anticasta de Milei.