La derogación de la ley de cabotaje nacional podría dejar en manos de navieras chinas el control del transporte marítimo local.
En el marco de las medidas de desregulación económica impulsadas por el gobierno de Javier Milei, se ha generado alarma sobre el potencial control de la navegación interna argentina por parte de grandes navieras chinas. Esta situación surge a raíz de la inminente derogación de la ley de cabotaje nacional, que hasta ahora exigía que el transporte de mercancías en puertos nacionales se realizara por buques argentinos.
La medida, que forma parte de un decreto más amplio que abarca más de 2000 artículos, busca desregular varios aspectos económicos del país. Aunque se espera que la presencia de buques extranjeros abarate los costos de transporte y aumente la competencia, hay una preocupación creciente sobre las consecuencias geopolíticas y estratégicas de esta decisión.
Gremialistas y empresarios del sector marítimo y fluvial han expresado su preocupación por la pérdida de empleo directo e indirecto y la soberanía del transporte. La desregulación plantea un escenario en el que el pabellón nacional podría quedar fuera de competencia frente a las navieras internacionales, más eficientes y con menores costos operativos.
El caso de China es particularmente preocupante. El gigante asiático, con su creciente influencia en el comercio marítimo mundial, podría aprovechar esta apertura para extender su presencia en la navegación fluvial de Argentina y proyectarse a los puertos del Mercosur. Esta situación podría complicar las relaciones estratégicas de Argentina con países como Estados Unidos, especialmente en un contexto donde la influencia china en la región es vista con recelo.
Expertos y académicos advierten sobre las consecuencias de una decisión apresurada sin un análisis detallado de cada sector involucrado. Proponen como alternativa la creación de un segundo registro en la matrícula nacional de buques para permitir una competencia más equitativa entre las navieras nacionales y extranjeras, manteniendo al mismo tiempo un control más firme sobre la navegación interna.