El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció esta semana que los planes sociales serán reconvertidos en “programas de inclusión laboral” a partir de enero, es decir, luego de que asuma el nuevo Gobierno.
Obviamente, es campaña de cara al balotaje en el que se enfrenta a Javier Milei. Pero la idea de transformar los subsidios en trabajo en blanco no es nueva. El gobierno de Mauricio Macri lo intentó con el programa Empalme y hoy existe Puente al Empleo. Sin embargo, este último no funciona hace mucho.
De hecho, hoy hay 3,6 millones de personas inscriptas en el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular, es decir, que trabajan en negro, en condiciones de precariedad. Dos de cada tres tienen entre 18 y 35 años y más de la mitad son mujeres. De ellos, solo el 29,5% se encuentra dentro del Plan Potenciar Trabajo.
La fuente oficial agrega que en diez provincias existen más trabajadores en la economía popular que asalariados registrados (Tucumán, Chaco, Salta, Santiago del Estero, Misiones, Jujuy, Formosa, Corrientes, Catamarca y La Rioja).
Con 18,5 millones de pobres en el país, según el Indec, y una inflación sin freno, este escenario no debería sorprendernos. Pero, sí, cuesta creerlo.
Fuente: Clarín