Durante su visita oficial a China, que comenzó el 8 de septiembre, el líder venezolano Nicolás Maduro se reunió con el presidente chino Xi Jinping en Beijing, anunciando un «hermanamiento» y una asociación estratégica de alto nivel con China, una distinción que solo unos pocos países han obtenido. En la reunión, se discutieron futuras inversiones y tecnologías, especialmente en las zonas económicas especiales de Venezuela que ofrecen incentivos fiscales y aduaneros.
Maduro también reveló que tres delegaciones venezolanas visitarán China en las próximas semanas para concretar negocios con empresas locales en ciudades como Shenzhen y Shanghái, y la provincia de Shandong. Las delegaciones estarán encabezadas por figuras prominentes, incluido el gobernador del estado La Guaira, José Alejandro Terán, y buscarán inversiones y transferencias económicas.
Los planes de Maduro también incluyen el desarrollo de proyectos agrícolas en colaboración con China, con el Ministro de Agricultura, Wilmar Castro Soteldo, a la cabeza del equipo venezolano encargado de llevar a cabo dichos proyectos en la provincia de Shandong. Esta visita busca fortalecer las relaciones y abrir puertas para Venezuela en China, facilitando el crecimiento económico mediante la adopción del ejemplo de la «superpotencia del siglo XXI» que es China, según las palabras de Maduro.