Varios grupos feministas y figuras políticas se movilizaron en Madrid en apoyo a la futbolista Jenni Hermoso y contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, tras un incidente en el que Rubiales besó a Hermoso sin su consentimiento. La manifestación, convocada por la Comisión 8M, tuvo lugar en la Plaza de Callao y contó con la presencia de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la ministra de Educación y Formación, Pilar Alegría. Los manifestantes corearon consignas como «no es un pico, es una agresión» y «un deporte libre de violencia machista», y portaron carteles con mensajes como «Rubiales inhabilitación para siempre» y «contigo Jenni». La vicepresidenta segunda en funciones del Gobierno, Yolanda Díaz, también criticó la actitud de Rubiales y abogó por la renovación de los órganos que representan al fútbol. La manifestación se produjo dos días después de que la FIFA suspendiera a Rubiales por su comportamiento tras la victoria de la selección femenina española en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.