La prensa tal cual fue conferida ya no existe más
La gente ya no lee, escucha ni ve «las noticias»
Las multiplataformas de comunicación sumada al rol con voz y voto (likes) del usuario confirman el cambio de época.
Milei quitó la pauta oficial y con ellas los medios de todo tipo perdieron una importante (si no la más importante) fuente de sus ingresos.
Dentro del dolor de ya no ser, encontramos a medios de los más importantes de la Argentina, con periodistas -en su mayoría septuagenarios- que resisten el cambio con munición gruesa en pluma y verba.
El presidente ya tiene a sus confidentes, la gente lo sabe, pero además es el principal comunicador de la agenda política.
Dentro de la corporación periodística se ve lo que nunca antes, mentiras a sabiendas con relato de novela.
El consumidor de la información ya no es persuadido, tan solo cree lo que le parece en base a sus preferencias subjetivas
Del otro lado, los leones viejos del periodismo, aún sin dientes siguen siendo carnívoros y sus instintos están intactos