Los gobernadores quieren evitar un quiebre final del frente pero la jugada de Maurico Macri y Patricia Bullrich para apoyarlo y eventualmente ocupar cargos en el gobierno libertario promete una convivencia imposible con Larreta, Lousteau, Vidal y Pichetto, entre otros. Carrió ya piensa en dejar la coalición. Los nombre del PRO para LLA.
El triunfo de Javier Milei dejó virtualmente quebrado al frente Juntos por el Cambio. Mientras un grupo, encabezado por la mayoría del PRO de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, ya piensa en un “Juntos por la Libertad” –tal como bautizó a un encuentro con fiscales la propia exministra de Seguridad–, la Coalición Cívica abandonará el frente en el corto plazo.
El dilema pasará por los gobernadores, radicales y del PRO, y por los intendentes. Todos ellos, salvo el caso jujeño Gerardo Morales, apostaron, en las sombras, por el libertario, pero creen, casi a coro, que será vital mantenerse unidos para negociar con el nuevo mandatario.
Temas clave como la coparticipación federal, el reparto general de fondos de forma discrecional, dinero para obras públicas hasta otras políticas compartidas serán tema de diálogos reservados entre los diez gobernadores electos (cinco radicales, tres del PRO y dos peronistas aliados).
No hubo paridad: por qué ninguna encuesta acertó los 11 puntos de Milei sobre Massa
En las primeras horas de conocido el resultado electoral comenzaron los mensajes de WhatsApp entre mandatarios y dirigentes de peso de Juntos por el Cambio.
“No lo veo tan roto (al frente). Los gobernadores tienen que construir un camino. De hecho hubo discusión para que nadie se exprese a favor de ninguno y eso fue lo que pasó. Lo que tenemos claro es que nuestros votantes se fueron para Milei, no aguantaban más al kirchnerismo”, describe otra de las principales figuras del PRO.
Lo primero que observan es que el primer debate, incluso previo a la ruptura, volverá a ser el rol de Macri y su liderazgo. Aunque fue uno de los grandes ganadores, eso supone también que cuando haya fricciones con Milei los gobernadores se pondrán automáticamente en tensión con el expresidente también. Es que ya visualizan en el frente que buscará un “co- gobierno” con los libertarios.
“Lo que nos va a convenir hoy es sostenernos como una oposición responsable”, advierte a PERFIL uno de los gobernadores que asumirá el 10 de diciembre. “La sociedad nos pidió no dejarlo suelto a Milei”, acota una de las figuras de JxC que fue candidato exitoso en 2021.
En este marco ya hubo indicios clave: Diego Santilli aportó 12 mil fiscales para el presidente electo y Cristian Ritondo, quien se encamina a ser el presidente de la Cámara de Diputados, casi el doble.
Justamente a Ritondo podrían sumarse otros miembros de JxC que ocupen lugares en el futuro gobierno libertario: desde Federico Pinedo, para Defensa, y el radical Luis Petri, para Seguridad, pasando por Javier Iguacel para el área energética, Joaquín de la Torre para el área social y dirigentes macristas para la AFIP, Justicia, la AFI, Agroindustria y Pesca, además de lugares en el Ministerio de Economía.
De todas formas, en ese lote de “opositores responsables” ya están anotados los tres mandatarios provinciales del PRO, que tienen buena sintonía con los libertarios: Jorge Macri (Ciudad), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Nacho Torres (Chubut). Entre los radicales pasa algo similar: Gustavo Valdés, de Corrientes, quien aspira a la presidencia de la UCR a fin de año, quiere moldear un apoyo circunstancial mientras el senador Martín Lousteau, quien también quiere presidir el partido, prefiere ir por una oposición dura.
Esto último que plantea Lousteau está en consonancia con Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, con Miguel Pichetto y con Elisa Carrió, quienes optaron por ser opositores duros a los libertarios.
Milei, del buen rating al poder
Ese espacio netamente opositor, de “centro”, es lo que soñó el jefe de Gobierno no bien perdió la interna con Bullrich sumando a mandatarios provinciales, que hasta ahora vienen navegando para no dinamitar puentes con el nuevo presidente pero, a la vez, cuidar a su electorado.
En el caso puntual de Pichetto recién pudo recomponer, en parte, su relación con Macri tras implorarle a Jorge Triaca que lo lleve a almorzar con el expresidente, quien se enojó mucho con el auditor –y ahora diputado electo– cuando acordó con Larreta en contra de sus deseos. Por su parte,
Carrió siquiera concurrió ayer a votar: se fue a Punta del Este a descansar, y en la CC ya se habla de una ruptura total, al menos con el sector del PRO que se sumaría al gobierno de Milei.
En ese marco se prevé un quiebre en el Congreso si continúan las tensiones. Al menos en dos. Difícil tarea para Ritondo si le toca presidir la Cámara baja.