El resultado electoral golpeó la moral de La Libertad Avanza que ahora debe reorganizar su campaña. Internas y expectativas.
El resultado de las elecciones presidenciales golpeó la moral de La Libertad Avanza. El equipo de Javeir Milei se fue a dormir el domingo todavía en shock por haber conseguido crecer solo 800 mil votos en comparación a las PASO. El lunes amanecieron temprano y la nueva línea ya estaba marcada: borrón y cuenta nueva. A partir de ahora, los libertarios deberán hacer su mayor esfuerzo por ampliar los apoyos. La tarea es titánica. Después de meses de hacer una campaña contra «la casta», ahora están obligados a encontrar dirigentes aliados. Es probable que se decida guardar la motosierra en un baúl bajo siete llaves y también a más de un cadidato. La gran duda -y donde se apuesta buena parte de la expectativa- es Mauricio Macri.
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En el corto plazo se decidió que la comunicación esté concentrada en Milei y su compañera de fórmula, Victoria Villarruel. Desde el domingo temprano, cuando comenzaron a circular los primeros resultados extraoficiales, tanto los militantes que estaban en la vereda del Hotel Libertador como los invitados al búnker repetían tres nombres: Lilia Lemoine, Alberto Benegas Lynch (h) y Bertie Benegas Lynch. Los más enojados les reprochan sus últimas declaraciones y los señalan como los responsables de la mala performance electoral. En off, los dirigentes con más cintura política repiten que esa explicación se queda demasiado corta para describir cómo se pasó de un «batacazo» en agosto a un segundo puesto en octubre.
La búsqueda de aliados del nuevo Milei
Milei se despertó hoy en el piso 21 del Hotel Libertador, donde se instaló el sábado a la noche. Desde allí comenzaron las primeras conversaciones. El candidato dio entrevistas y dejó en claro cuál es el camino de cara a noviembre. A la mañana, por Radio Continental, habló de la posibilidad de incorporar a Patricia Bullrich en un eventual gobierno. A la noche, en La Nación+, agregó que la sumaría en el Ministerio de Seguridad. Pero no solo tiró mensajes para el ala dura de Juntos por el Cambio, sino que llegó a decir que su posible ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, podría sumar a gente de la izquierda para trabajar en temas sociales.
El giro no es fácil, al menos desde lo discursivo. Durante toda la campaña Milei repitió que Bullrich era una «montonera asesina» y la dirigente de Juntos por el Cambio llegó a denunciarlo en la Justicia después de que él asegurara que en su juventud ella había puesto «bombas en jardines de infantes». Además, su espacio la acusó en público más de una vez de ser la responsable de una campaña sucia y de hacer circular fakes en su contra. De todas formas, por lo bajo todos coinciden en que «los halcones» y su jefa lo apoyarán.
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Lo que se verá en las próximas semanas será un «nuevo Milei«. El candidato debe conseguir que, hacia adentro, cambie el discurso derrotista. Desde que subió al escenario el domingo a la noche y en todas las entrevistas que dio el lunes repitió que La Libertad Avanza hizo «una elección histórica» y que dos años atrás era impensado que un partido nuevo pudiera ir al ballottage con el kirchnerismo. Aunque pueda ser cierto, en el búnker los dirigentes más realistas de LLA repetían que fue un error haber generado una expectativa desmedida. En el Movistar Arena el candidato cantó a los gritos «primera vuelta la puta que lo parió».
Según trascendió, hasta ahora no hubo comunicación formal entre los altos mandos de LLA y Macri, la gran apuesta para el ballottage. Con Jonatan Viale dijo que con el expresidente mantienen conversaciones de manera permanente aunque esquivó dar detalles sobre qué pasó en las últimas horas.
Más allá de lo que sucede en las cúpulas partidarias, en las segundas o terceras líneas ya hubo intercambio de mensajes y hasta se agendaron reuniones para los próximos días con intendentes, concejales y legisladores de Juntos por el Cambio. Las conversaciones están en marcha. Se apuesta a fortalecer las relaciones con aquellos con quien ya son cercanos como Jorge Macri, Cristian Ritondo o Rogelio Frigerio.
Con un sector del radicalismo, el que encabeza Gerardo Morales por ejemplo, nadie piensa que pueda haber algún puente. La Coalición Cívica ya se pronunció con un comunicado que se tituló «No es con Massa ni con Milei». El acercamiento con dirigentes sociales de izquierda del que Milei habló el lunes parece prácticamente imposible: no hubo un día que el candidato no insultara a «los zurdos» durante este 2023 y que le echara la culpa de todos los males de Argentina.
Una parte de la dirigencia libertaria sostiene que «es momento de hacer política«. Si bien la gran virtud del economista fue llegar a las elecciones como un outsider, ya no puede jugar solo. «Sería un error que nos sentemos a esperar que la gente de Juntos por el Cambio se acerque. Tenemos que ir nosotros», reflexionó un dirigente.
De todas formas, en el entorno de Milei saben que las alianzas con dirigentes por sí mismas no garantizan los votos. Desde la primera hora del lunes todo el discurso se orientó a buscar el electorado anti K de Bullrich y también a interpelar entre los que eligieron a Hacemos por Nuestro País, el partido de Juan Schiaretti.
En los próximos días el candidato libertario repetirá que «es hora de derrotar al kircherismo». Será un mes de revival de las elecciones del 2015 y del 2019.
Los reproches internos en La Libertad Avanza
Los heridos del domingo ya tienen nombre y apellido. Aunque nadie en La Libertad Avanza les endilga la responsabilidad absoluta de los resultados, más de uno está enojado con Lemoine y con Benegas Lynch, padre e hijo. Pero más allá de la dirigencia, hay algo que todos registran: las quejas de la militancia.
Cuando Milei votó en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) se acercó a acompañarlo de manera espontánea una enorme cantidad de gente. Mientras esperaban a su candidato, estos nombres se repetían. La propuesta de Lemoine para que los hombres puedan renunciar a la paternidad; el discurso en el Movistar Arena de Benegas Lynch (h), que recomendó romper relaciones con el Vaticano en caso de ganar; y el planteo que llegó a hacer Bertie sobre «privatizar las ballenas y el mar» circularon con potencia y más de un militante manifestó que no es el camino. Las conversaciones se replicaron casi con exactitud afuera del Hotel Libertador.
En los streams libertarios y en las redes sociales -los lugares donde La Libertad Avanza nació y creció- fueron temas de conversación durante toda la jornada. Bertie Benegas Lynch -quien ya ingresó a la Cámara de Diputados porque encabezaba la lista- se llamó al silencio. Desde el partido aseguraron que por algunos días no hablará con la prensa, pero negaron que tuviera que ver con esta situación y se lo adjudicaron al cansancio de la campaña.
Alberto Benegas Lynch, el prócer de Javier Milei, cuya frase los libertarios repiten como un mantra
Su padre, en cambio, siguió encendido. Repitió sus cuestionamientos al Papa Francisco y recibió críticas. «Querido Alberto, la militancia va a convalidar todo lo que dice, pero por favor realice este tipo de declaraciones luego del 10/12, porque para ganar necesitamos voto no-propio. Muchas gracias», le escribió un usuario.
Con el diario del lunes, algunos dirigentes libertarios no terminan de saber cómo reordenarse. Una de las características del espacio fue habilitar a que cada quien diga lo que quiera y cuando quiera. «Los liberales no somos manadas», es la frase que usa Milei para explicar por qué él puede tener posiciones diferentes a las de otros referentes de su espacio. «Fue lo que nos dio identidad y nos hizo crecer, pero en la práctica hoy nos genera problemas todo el tiempo», se lamenta un hombre del equipo.
El mayor problema interno -al menos a la vista- ahora es el de Lemoine, que entró en la Cámara de Diputados porque estaba en el octavo puesto de la lista y La Libertad Avanza metió nueve. Con ella los inconvenientes vienen creciendo desde hace días, al punto que el domingo no le permitieron subir al escenario. En el búnker apenas se la vio y conversó muy poco con los periodistas. Su supuesto proyecto para que los hombres puedan renunciar a la paternidad se sumaron a una larga lista de escándalos que terminó con una pelea a los gritos con la autoridad de la mesa en la que votó. La ahora diputada salió del cuarto oscuro con una boleta de Milei en la mano y le observaron el sufragio. Su reacción se hizo viral.
Cuando terminó la jornada electoral, Lemoine no se fue a dormir enseguida. Entró a X (ex Twitter) y arremetió contra Iñaki Gutiérrez. El joven encargado de la estrategia en TikTok había dicho: «La declaración de Lilia lo único que hizo fue dañar». A la una y media de la mañana, ella replicó: «Largue las drogas, señora. Háganle un antidoping». Después fue más allá y cuestionó a la campaña en sí. Cuando un usuario la criticó, ella respondió: «Claro, no fue la alianza con (Luis) Barrionuevo, ni cortar relaciones con el Vaticano o hablar de vender niños y órganos. La culpa es mía».
«La militancia nos está pidiendo la cabeza de Lilia«, se sinceró un referente libertario. Sin embargo, por ahora parece que solo apelaran a que la dirigente se llame a silencio.
Fuente: Perfil