Según un documento interno que circuló en una reunión de Itamaraty, la Cancillería brasileña, Victoria Villarruel y Diana Mondino mantuvieron contactos privados con la embajada brasileña en Buenos Aires
BRASILIA.- Aunque Javier Milei mantiene públicamente un discurso agresivo hacia el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y ha sido muy crítico del rol del Mercosur antes de las elecciones del próximo domingo, entre bastidores sus representantes han estado enviando mensajes a los diplomáticos brasileños en el sentido de que esa postura forma parte de una estrategia de campaña y que la ruptura con el bloque en realidad no debería producirse.
Según un documento interno que circuló en una reunión de Itamaraty (la Cancillería brasileña), la candidata a vicepresidenta de Milei, Victoria Villarruel, y la economista Diana Mondino, diputada nacional electa y posible canciller en un eventual gobierno del liberal, mantuvieron contactos privados con la embajada brasileña en Buenos Aires para reafirmar “la importancia central de las relaciones con Brasil”.
“Con respecto al Mercosur, manifestaron su intención de actualizarlo y modernizarlo, y no necesariamente de denunciarlo o retirar a la Argentina de la agrupación”, dice el documento titulado “Perspectivas para las relaciones bilaterales en el eventual gobierno de Javier Milei”.
La Argentina es el tercer socio comercial de Brasil, por detrás de China y Estados Unidos. Brasil es el mayor destino de las exportaciones argentinas, con un superávit comercial de 2200 millones de dólares en 2022 y de 4500 millones de dólares este año.
Según el análisis realizado por los diplomáticos de apoyo al canciller Mauro Vieira y al propio Lula, “incluso en la hipótesis de que Milei pretendiera cumplir la amenaza de retirar a Argentina del Mercosur [lo que, aunque improbable, no puede descartarse totalmente, dada la personalidad del candidato], habría requisitos parlamentarios difíciles de cumplir en un marco parlamentario dominado por la oposición”.
Milei pasó parte de la campaña diciendo que retiraría a la Argentina del Mercosur si ganara las elecciones. “Es una unión aduanera que favorece a los empresarios que no quieren competir. Quiero alinearme con Occidente, mis socios serán Estados Unidos e Israel”, dijo. El dirigente ultraderechista también suele afirmar que el bloque está “estancado” y que “no va a ninguna parte”.
Pero en el último debate televisivo, cuando Sergio Massa (candidato de Unión por la Patria) le preguntó si Milei seguía teniendo la intención de abandonar el bloque, respondió: “Es un tema del mercado privado y el Estado no tiene por qué meterse, porque cada vez que se mete genera corrupción”, dijo. Se trata de un retroceso respecto de su postura anterior, aunque Milei se refirió al Mercosur como un “estorbo”.
El reposicionamiento de Milei también llama la atención por el perfil de los emisarios que envió a hablar con el gobierno brasileño.
Villarruel, candidata a la vicepresidencia, es hija y nieta de militares. Su padre, el teniente coronel Eduardo Marcelo Villaruel, fue acusado de participar en una operación para combatir a un grupo guerrillero de Isabel Perón en 1975, antes de la junta militar.
Mondino, economista y profesora de Finanzas en la Universidad del Cema (Ucema), ha sido señalada como posible ministra de Relaciones Exteriores de Milei. El pasado lunes, Valor también publicó una entrevista con Mondino en la que afirmaba que las relaciones entre Brasil y la Argentina “serán por lo menos iguales o posiblemente mejores” si ganara su candidato.
Aún así, en el informe de Itamaraty los diplomáticos reconocen que la postura de Milei puede llevar a una reducción de las agendas bilaterales entre Brasil y al Argentina y a un debilitamiento de la cooperación en el Mercosur.
Para intentar reducir el impacto negativo, la recomendación de Itamaraty al gobierno es “evitar polémicas innecesarias, especialmente a través de la prensa y de las redes sociales, preservar la agenda bilateral y mantener siempre abiertos los canales de diálogo”.
Fuente: LA NACION