El Inym enfrenta desafíos históricos para establecer un precio adecuado para la yerba en medio de la actual inestabilidad económica de Argentina. Este organismo busca encontrar un equilibrio que sea aceptable para toda la cadena productiva, desde los agricultores hasta los distribuidores. Sin embargo, con la reciente situación económica post-elecciones Paso, se ha vuelto más complicado establecer una estructura de costos que sea aceptable para todos.
Para afrontar estos desafíos, el directorio del Inym se ha convocado para analizar costos que deberán ser actualizados antes del 1 de octubre, fecha en la que nuevos valores deben entrar en vigencia hasta marzo del próximo año. El representante del gobierno, Ricardo Maciel, expresó que la intención es buscar unanimidad y definir el precio por consenso.
Por otro lado, la Asociación Civil de Productores Yerbateros del Norte (ACPYN) estableció previamente un costo para el kilo de hoja verde en $248,47, que luego se ajustó a $253,56 tras considerar la paritaria de los trabajadores. Sin embargo, con los recientes cambios económicos y la volatilidad del dólar, muchos productores han cambiado su postura.
Ariel Steffen, presidente de la cooperativa Siete Estrellas, junto con otros productores, propone una cláusula gatillo que permita ajustar el precio mensualmente en función de la inflación. Esta propuesta busca enfrentar la imprevisibilidad del mercado argentino actual.
Mientras que la Federación Agraria Argentina sugiere un monto de $262 para el kilo de hoja verde, representando un incremento del 118% con respecto a los precios actuales, Jorge Butiuk, presidente federativo, también apoya la idea de una cláusula gatillo que permita ajustar el precio en función de la inflación.
Por último, el gobernador Oscar Herrera Ahuad enfatiza que las decisiones sobre el precio de la yerba deben tomarse dentro del ámbito del Inym y espera que se pueda llegar a un acuerdo sin la necesidad de recurrir al laudo nacional.