Un emotivo adiós a Ramón Ayala, «El Mensú», marcado por música, arte y recuerdos en el barrio porteño de Almagro.
En una sala funeraria de Almagro, Buenos Aires, se celebró el velorio del legendario Ramón Ayala, conocido cariñosamente como «El Mensú». Fiel a sus deseos, el adiós al artista fue una conmemoración de su vida y obra, envuelto en la música que tanto amó y rodeado de arte que reflejaba su amor por Misiones.
El ataúd de Ayala, ubicado bajo un cuadro de un paisaje misionero, permaneció cerrado, respetando su petición de no ser visto en él. Su música sonaba de fondo, creando un ambiente donde la tristeza se mezclaba con la alegría de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo. Entre los asistentes estuvieron Tristán Bauer, Ministro de Cultura de la Nación, y la cantante Teresa Parodi, amigos cercanos del Mensú.
Maria Teresa Cuenca, compañera de vida de Ayala durante 40 años, compartió que las cenizas del artista serán llevadas a Misiones, cerca de su amado río, en comunión con la naturaleza que tanto inspiró su obra. Ayala, en vida, siempre abogó por vivir cada momento al máximo, una filosofía que se reflejó en su velorio, lleno de anécdotas y recuerdos.
Ramón Ayala, falleció a los 96 años en Buenos Aires, dejando un legado inolvidable como figura clave de la música litoraleña. Su velorio continuó hasta las 20 horas de este día feriado, atrayendo a artistas, familiares, vecinos, funcionarios públicos y admiradores que deseaban despedirse del Mensú.
Junto al ataúd, una fotografía en blanco y negro de Ayala, capturada por el artista Eduardo Fisicaro, mostraba al Mensú sonriente, con su característico sombrero, pañuelo al cuello y tupidos bigotes. A su lado, una gran corona de flores de SADAIC, acompañando el eterno ‘Mi pequeño Amor’ que sonaba de fondo.
eKuEhilmJywhAEdmJzFPUOIpEo