El jefe de Gabinete se entrevistará con los jefes de bloque en Diputados el jueves próximo, quienes le exigirán que antes el Gobierno sancione la reforma demorada en el Senado
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, Guillermo Francos, se entrevistará este jueves con los jefes de los bloques de oposición dialoguista en la Cámara de Diputados para anticiparles los detalles del proyecto de reforma política y electoral que, entre otras cuestiones, incluiría la derogación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Los dialoguistas, sin embargo, anticiparon que no avanzarán en ninguna modificación de índole electoral hasta tanto el oficialismo no motorice en el Senado la sanción del proyecto sobre boleta única de papel (BUP).
Entre los bloques opositores no hay posiciones unívocas sobre la conveniencia de preservar (o no) las primarias en el régimen electoral. Esta herramienta, aun con sus déficits, ha probado ser útil para la oposición de turno para dirimir sus diferencias internas y conformar listas competitivas. En cambio, para los oficialismos, más proclives a cerrar filas con listas únicas, las PASO les resultan un incordio. El gobierno libertario no es la excepción e insiste en la necesidad de eliminar las primarias con el argumento de que su realización es costosa.
“No se pueden gastar 52 millones de dólares en unas PASO que no sirven para nada”, enfatizó Francos la semana pasada.
El argumento económico no convence a los opositores, al contrario. Ni siquiera el principal aliado del oficialismo, el bloque Pro, está de acuerdo con derogar sin más las primarias e insisten en que el oficialismo debería primero apurar la aprobación de la Boleta Única, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.
“Desde el verano que está trabada la Boleta Única de Papel en el Senado y ahora nos vamos a dejar correr por el Gobierno con la eliminación de las PASO. Con el ahorro claro de la primera ley podríamos seguir con las primarias y evitaríamos varios embrollos por estar tan divididos internamente”, indican desde la bancada de Pro.
En las filas del partido que conduce Mauricio Macri quieren preservar las PASO como salvaguarda frente a la posibilidad de que el oficialismo intente fagocitarlo con vistas a las elecciones del año próximo. De no acordar una alianza electoral, la boleta única le permitiría a Pro preservar su identidad y evitar una sangría de votos en manos de los libertarios. Sostienen que la boleta única, al posibilitarle a los votantes elegir a los candidatos de manera individual por cargo, permitiría neutralizar el “efecto arrastre” propio de la actual boleta partidaria.
“Antes de hablar de la derogación de las PASO, primero avancen con la boleta única de papel”, fue el mensaje de Miguel Pichetto (Hacemos Coalición Federal) a los emisarios del Gobierno.
En el Senado el debate sobre la boleta única está trabado. Solo falta un voto para avanzar: la de la rionegrina Mónica Silva, quien se resiste a aprobar la iniciativa tal como viene de la Cámara de Diputados. Su gobernador, Alberto Weretilneck, reclama que se anule la opción de votar la lista completa. De lo contrario prefiere el sistema de Santa Fe, con boletas por categoría a elegir.
No es fácil el escenario que enfrenta Francos en el Congreso. No solo porque necesitará reunir una mayoría absoluta para avanzar en cualquier reforma política, sino porque además no tiene demasiado tiempo: por lo general, la modificación de las reglas electorales se realizan en años en que no se realizan elecciones, por lo que apenas quedarían cinco meses para avanzar.