Los soldados, que dijeron haber derrocado al presidente Mohamed Bazoum, anunciaron la suspensión de «todas las instituciones» del país, el cierre de las fronteras y la imposición de un toque de queda «hasta nuevo aviso»
Soldados del ejército de Níger (África occidental) anunciaron este miércoles haber derrocado al gobierno del presidente Mohamed Bazoum en un comunicado leído en la televisión nacional, tras una jornada en la que el líder estuvo detenido en su residencia oficial.
«Nosotros, las fuerzas de defensa y de seguridad… hemos decidido poner fin al régimen» actual por el «continuo deterioro de la situación de seguridad» en el país, dijo el coronel mayor Amadou Abdramane, del Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP).
El jefe del grupo golpista afirmó a la comunidad nacional e internacional el respeto a la integridad física de las autoridades depuestas, pero se ordenó la suspensión de «todas las instituciones», el cierre hasta nuevo aviso de las fronteras terrestres y aéreas y un toque de queda desde las 22.00 horas a las 05.00 horas. Además, se anunció que «las fuerzas de defensa y de seguridad manejan la situación» y se pidió «a todos los socios exteriores que no se inmiscuyan».
La Presidencia de Níger indicó durante la tarde que se habían producido manifestaciones espontáneas en defensa de la democracia en la capital del país, Naimey, y frente a las sedes diplomáticas nigerinas en el extranjero. Después, los partidos de la coalición gobernante de Níger en Niamey denunciaron «una locura suicida y antirrepublicana» en un comunicado, diciendo que «ciertos elementos de la guardia presidencial secuestraron al presidente» y su familia, así como al ministro del Interior.
Horas después de su detención, simpatizantes de Bazoum habían intentado acercarse al palacio presidencial donde el jefe de Estado se encontraba recluido, pero fueron dispersados por miembros de la Guardia Presidencial que realizaron disparos de advertencia. Una persona resultó herida, pero no quedó claro de inmediato si fue herida de bala o si se cayó mientras la multitud se dispersaba.
Níger es un aliado clave de varios países occidentales, incluidos Estados Unidos y Francia, en la lucha contra el yihadismo en África Occidental y hasta ahora ha logrado evitar la inestabilidad política que afectó a otros países de la región por la inseguridad. Burkina Faso, Malí y Chad se vieron afectados por diversas asonadas, varias de ellas por el descontento entre los militares por la lucha contra el terrorismo.
El país hace frente a la amenaza terrorista en el oeste por parte de la rama de Al Qaeda en Malí, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS). Asimismo, la región de Diffa, bañada por el lago Chad, es escenario de ataques con relativa frecuencia por parte de Boko Haram y de su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA).
Desde que se independizó de Francia en 1960, el país sufrió numerosos intentos de golpe de Estado, cuatro de ellos exitosos, el último en febrero de 2010, cuando fue derrocado el presidente Mamadou Tandja. El presidente Bazoum, miembro de un grupo cada vez más reducido de líderes prooccidentales en el Sahel, fue elegido en 2021 y tomó el mando de un país agobiado por la pobreza y una historia de inestabilidad crónica, y en el que varias regiones están inmersas en una ola de violencia yihadista.
Con una población creciente de 22,4 millones, impulsada por una tasa de natalidad promedio de siete hijos por mujer, Níger es desierto en dos tercios y con frecuencia se ubica en la parte inferior del Índice de Desarrollo Humano de la ONU, un punto de referencia de la prosperidad. El país lucha con dos campañas yihadistas: una en el suroeste, que llegó desde Malí en 2015, y la otra en el sureste, que involucra a yihadistas de Nigeria. Cientos de miles de personas huyeron de sus hogares, avivando una crisis humanitaria y tensando aún más la economía.
Estados Unidos pidió la liberación del presidente
El Departamento de Estado ha indicado en un comunicado que está «muy preocupado por los acontecimientos en Níger» y que apoya «firmemente al presidente elegido democráticamente»: «Pedimos la liberación inmediata de Bazoum y el respeto al Estado de derecho y la seguridad pública«, señaló el portavoz de Estado, Matthew Miller.
«Condenamos en los términos más enérgicos cualquier intento de tomar el poder por la fuerza y perturbar el orden constitucional», dijo Miller, que ha asegurado que se hacen «eco de la enérgica condena» manifestada por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). Asimismo, señaló que el gobierno está «monitoreando de cerca» la situación y que está en comunicación directa con la Embajada estadounidense en Niamey.
Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se mostró en la línea del portavoz del Departamento de Estado y pidió «específicamente a los miembros de la Guardia Presidencial que liberen» al presidente de Níger y «se abstengan de la violencia».
Sullivan ha agregado que este país africano «es un socio crítico para Estados Unidos», puesto que tanto Washington como Niamey comparten «valores sobre la democracia y los Derechos Humanos», mientras que colaboran en la promoción de la seguridad, la prosperidad regional y el compromiso «continuo» con los estándares democráticos.
La ayuda económica estadounidense a Níger depende de que la atribulada nación del Sahel mantenga un «gobierno democrático», dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, mientras los soldados afirmaban que estaban derrocando al gobierno del país.
Blinken dijo que habló con el asediado presidente de Níger, Mohamed Bazoum, quien aparentemente fue detenido en un intento de golpe, y transmitió «el apoyo inquebrantable de Estados Unidos» a Bazoum y la democracia del país.
«El secretario Blinken subrayó que la sólida asociación económica y de seguridad de Estados Unidos con Níger depende de la continuación de la gobernabilidad democrática y el respeto por el estado de derecho y los derechos humanos», dijo el Departamento de Estado en una lectura de la llamada.
Una nación propensa a los golpes
El estado sin salida al mar del Sahel vivió cuatro golpes desde su independencia de Francia en 1960, y muchos otros intentos. El derrocado presidente Bazoum, exministro del Interior, fue la mano derecha del expresidente Mahamadou Issoufou, quien renunció voluntariamente después de dos mandatos.
Su entrega en abril de 2021, después de que Bazoum ganara las elecciones en una contienda de dos rondas contra el expresidente Mahamane Ousmane, marcó la primera transición pacífica del poder de Níger desde la independencia. Pero los recordatorios del pasado turbulento nunca están lejos.
Un intento de golpe tuvo lugar pocos días antes de la toma de posesión de Bazoum, según una fuente de seguridad de la época. Varias personas fueron arrestadas, incluido el presunto cabecilla, un capitán de la fuerza aérea llamado Sani Gourouza y el exministro del Interior Ousmane Cissé. Cinco personas, incluido Gourouza, fueron encarceladas en febrero por 20 años mientras que Cisse fue absuelto.
Un segundo intento de derrocar a Bazoum ocurrió en marzo pasado «mientras el presidente… estaba en Turquía», según un funcionario de Níger , quien dijo que se realizó un arresto. Las autoridades nunca han comentado públicamente sobre el incidente.
Fuente: Perfil