La mayoría de los gobernadores de Argentina han decidido no aplicar la medida anunciada por Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados de Argentina, de pagar una suma fija de $60,000 ARS en dos cuotas para contrarrestar la devaluación y la inflación acumulada. La decisión no fue influenciada por la afiliación política, sino por la preocupación por el equilibrio fiscal y la falta de fondos para financiar tales transferencias.
Muchos gobernadores argumentaron que ya habían otorgado bonos en los meses anteriores o habían actualizado los salarios de manera permanente, lo que los eximía de otorgar un aumento fijo no remunerativo. Algunos, como el ministro de Gobierno de Salta, Ricardo Villada, y el ministro de Finanzas y gobernador electo de Jujuy, Carlos Sadir, expresaron abiertamente que no tenían fondos para afrontar el pago a menos que recibieran fondos del Gobierno Nacional.
En total, 12 provincias confirmaron que no darían el bono, mientras que tres se adhirieron a la medida y otras seis estaban evaluando sus finanzas provinciales o esperando más detalles de la medida, que aún no había sido publicada en el Boletín Oficial.
El artículo señala una falta de coordinación en la implementación de la medida y menciona que el anuncio oficial fue recibido con quejas y rechazos por parte de las cámaras empresariales. También destaca que muchos mandatarios provinciales y municipales no estaban dispuestos a arriesgar sus cuentas públicas, incluso en el contexto de tensiones sociales y electorales.
En la provincia de Buenos Aires, varios intendentes oficialistas expresaron su preocupación por el costo de la medida, mientras que otros, con fondos suficientes, evitaron la confrontación pública pero expresaron su frustración por la situación. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, aún no había decidido si otorgaría o no el bono.
El artículo concluye señalando que la falta de respaldo político a la decisión de Massa y la falta de una línea de campaña clara en medio de una inflación de dos dígitos están creando una situación delicada para el peronismo en Argentina.