En el corazón de Posadas, Misiones, la decisión del jefe de la Brigada de Monte XII de cubrir con escarapelas las pintadas de pañuelos blancos ha generado un intenso debate. Las pintadas, símbolo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, fueron realizadas durante la marcha del Día de la Memoria. El coronel Carlos Sanmillán, recién asumido, argumentó que busca la unidad nacional más allá de las diferencias.
Durante la conmemoración del Día de la Memoria, manifestantes realizaron pintadas de pañuelos blancos en la vereda de la Brigada XII, un acto que Sanmillán consideró una provocación y decidió intervenir pintando escarapelas. Según él, es esencial fomentar la unión y evitar la división, invocando el respeto por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, aunque criticó la lucha armada de algunos de sus hijos y el golpe de 1976. La acción ha sido apoyada y criticada por distintos sectores, destacando el debate entre mantener viva la memoria de la dictadura y promover símbolos de argentinidad que unan al país.
Este suceso ha reavivado la discusión sobre cómo la sociedad argentina enfrenta su pasado reciente, con voces que defienden la importancia de recordar a las víctimas de la dictadura y otras que abogan por símbolos que representen a todos los argentinos. Organizaciones sociales y políticas han expresado su repudio a la decisión de borrar las pintadas, considerándola una forma de censura y una negación de un capítulo crucial de la historia argentina.
Extracto: La decisión de pintar escarapelas sobre pañuelos blancos en Posadas suscita un debate sobre la memoria histórica y la búsqueda de símbolos que unan a la sociedad argentina.