Las jugadoras denunciaron que no han sido valoradas por su rendimiento y que debían “organizar rifas y vender pizzas” para solventar los gastos
Estupor en el fútbol femenino argentino. En medio de un marco de algarabía por lo que fue la participación del seleccionado nacional en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, un comunicado publicado por las jugadoras de Argentino de Rosario sacudió las bases del deporte local y sorprendió por la decisión tomada por el plantel.
Las futbolistas denuncian no haber sido “valoradas como futbolistas y deportistas” y sostuvieron que la comisión directiva del club les hizo falsas promesas con respecto a sus salarios que se cansaron de esperar que sean cumplidas. “Al comenzar el año tuvimos algunas reuniones con el club en las que se nos prometió ‘igualdad’ con el plantel masculino pero a medida que comenzó a transcurrir el tiempo quedó de manifiesto que esto no iba a ser cierto”, indica el comunicado.
Además, el plantel detalló que la situación había llegado a un límite tal que eran las propias deportistas las que tenían que realizar actividades extras para conseguir dinero y solventar la actividad del club: “Nos encargamos de organizar rifas, vender pizzas, buscar sponsors y pedir subsidios a la municipalidad con el objetivo de ir sosteniendo las condiciones básicas para seguir siendo el equipo competitivo que siempre fuimos. Realizamos nuestros conjuntos de ropa para poder representar correctamente a la institución; varias veces debimos pagarnos la comida cuando nos tocaba viajar a jugar a otras provincias; estudios médicos que corrían por nuestra cuenta, viáticos a jugadoras pendientes, etc. Como si todo esto fuera poco, alquilamos nosotras mismas un predio para entrenar ya que la cancha no podemos utilizarla demasiado para ‘no arruinarla ya que al masculino lo televisan’, como nos dijeron”.
El comunicado completo del plantel femenino de Argentino de Rosario
Sin embargo hoy en día no somos valoradas como futbolistas y deportistas y vivimos muchas situaciones que nos llevan a tomar esta decisión.
Al comenzar el año tuvimos algunas reuniones con el club en las que se nos prometió “igualdad” con el plantel masculino pero a medida que comenzó a transcurrir el tiempo quedó de manifiesto que esto no iba a ser cierto.
Realizamos nuestros conjuntos de ropa para poder representar correctamente a la institución; varias veces debimos pagarnos la comida cuando nos tocaba viajar a jugar a otras provincias; estudios médicos que corrían por nuestra cuenta, viáticos a jugadoras pendientes, etc. Como si todo esto fuera poco, alquilamos nosotras mismas un predio para entrenar ya que la cancha no podemos utilizarla demasiado para “no arruinarla ya que al masculino lo televisan”, como nos dijeron. Fuimos cediendo en muchas cosas por el deseo de seguir jugando y estar más cerca de nuestro objetivo del ascenso. Objetivo que claramente al club no le interesa alcanzar.
En los últimos días nos anoticiamos que desde Argentino manifiestan que no queremos seguir jugando porque hubo un recambio de cuerpo técnico. Queremos dejar muy en claro que esto no es así. La situación de quitarle los mínimos viáticos al cuerpo técnico imposibilitándolo de seguir al frente del equipo es una demostración más de cómo se prioriza lo económico por sobre lo futbolístico. Es el detonante de todo esto que mencionamos antes, así como también una situación vivida por dos compañeras a las cuales se les pidió que trabajen promocionando al club para poder conseguir sponsors ya que de lo contrario no se podría mantener el femenino. Ambas debían salir, vestidas con ropa del club, durante dos horas, tres veces por semana a repartir en diferentes empresas unos folletos que ellos nos entregaron. Sentimos que esta situación excede el nivel de falta de respeto y destrato que ya veníamos viviendo.
Manifestamos todo esto al secretario deportivo del club y posteriormente al presidente del mismo pero no fuimos escuchadas. Buscaron incluso manipularnos con la amenaza de no entregar nuestros pases para que no podamos continuar nuestra carreras en otros clubes.
Frente a todo esto, y en el marco de un mundial de fútbol femenino donde se ve el crecimiento de este deporte a nivel mundial decimos BASTA. Hoy nuestros sueños se ven pisoteados, nos sentimos burladas y relegadas una vez más y aunque nos duele en el alma, decidimos hacernos valer. PORQUE SÍ VALEMOS. Gracias a quienes nos apoyaron y acompañaron en todo nuestro recorrido. Vamos a seguir luchando por construir un fútbol femenino más justo
Fuente: Infobae