En respuesta a los intentos de Israel de eliminar a Hamas se desencadenaron una serie de ataques en la región; la situación es muy tensa, y cualquier error de cálculo podría desencadenar una espiral de violencia incontrolable
WASHINGTON.- La guerra entre Israel y Hamas en Gaza es el epicentro de una crisis regional a fuego lento que en los últimos días estuvo a punto de entrar en ebullición, con una seguidilla de ataques en Medio Oriente que son reverberaciones directas del intento de Israel para eliminar a Hamas.
En pocos días, Israel atacó objetivos de Hezbollah en el sur profundo del Líbano, Estados Unidos condujo una nueva ronda de ataques contra las instalaciones misilísticas de los hutíes en Yemen, e Irán lanzó ataques contra un supuesto sitio de inteligencia militar de Israel en el Kurdistán iraquí y contra un objetivo militar en Pakistán, desatando la furia de ambos gobiernos. Irán también lanzó ataques en Siria, y sus fuerzas delegadas también apuntaron contra las tropas norteamericanas en ese país.
“Es un juego muy peligroso, a ver quién parpadea primero”, dice Joost Hilterman, del International Crisis Group. “El menor error de cálculo, cualquier falla en la comunicación o accidente casual puede desatar una espiral de violencia incontrolable.”
Otros directamente dicen que el conflicto regional ya está en marcha. A fines del mes pasado, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo ante una comisión parlamentaria que el país se estaba defendiendo “en una guerra de múltiples arenas” que se extendían mucho más allá de Gaza y Cisjordania.
“Para dejarlo bien claro: cualquiera que nos agreda se convierte en un objetivo potencial. Acá no hay inmunidad para nadie”.
Estos son los puntos candentes a lo largo de la región:
LÍBANO
Esta semana, Israel lanzó una andanada de ataques contra lo que describió como “objetivos de Hezbollah” en el sur del Líbano. Según la cadena de televisión Al-Manar, que responde a Hezbollah, el martes cayeron 30 misiles israelíes en la región de Wadi Saluki, la mayor escalada desde el inicio de los combates, en octubre.
Tras el asesinato de Saleh Arouri, el miembro de mayor rango de Hamas vinculado a los ataques del 7 de octubre, en un barrio residencial de las afueras de Beirut, el líder de Hezbollah, Nasan Nasrallah, dijo el 3 de enero que el hecho “tendría su respuesta y su castigo”.
Rym Moritz, del Instituto de Estudios Estratégicos, dice que Hezbollah está presionado por sus seguidores para responder, pero que la calamitosa situación económica del Líbano también es un factor en juego.
“La gran mayoría de los libaneses no pueden ni siquiera fantasear con otra guerra, dada la situación que ya están viviendo ahora”, dijo Mortiz en referencia a un país con el 82% de su población bajo la línea de pobreza.
IRAK
El 4 de enero, en un inusual ataque aéreo de Estados Unidos en el centro de Bagdad, fue asesinado Mushtaq Talib al-Saidi, comandante de Harakat Hezbollah al-Nujaba, milicia vinculada a Irán.
Harakat Hezbollah al-Nujaba se había atribuido la responsabilidad de varios ataques contra tropas estadounidenses en Irak desde el 7 de octubre, parte de una serie más amplia de recientes ataques para obligar a Estados Unidos a retirar a los 2500 efectivos que sigue teniendo en ese país.
Además, este lunes la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán disparó misiles contra un supuesto sitio de espionaje del Mossad cerca de Erbil, en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, que habría sido utilizado para planificar actos “terroristas” contra Irán.
Los funcionarios iraquíes y kurdos negaron esa acusación, y el primer ministro de Irak calificó el ataque a Erbil como “un acto de agresión contra Irak”.
SIRIA
Israel viene atacando sostenidamente a Siria desde el 7 de octubre, y el 2 de enero las FDI anunciaron haber destruido “infraestructura militar perteneciente al ejército sirio” en respuesta a los lanzamientos de misiles hacia su territorio.
A finales de diciembre, los medios estatales iraníes informaron que Seyed Razi Mousavi, un alto funcionario del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica del país, había muerto en un ataque en Damasco.
Según Randa Slim, del Instituto de Medio Oriente, para Irán y para Hezbollah la muerte de Mousavi representa un golpe más duro que el de Arouri.
El gobierno de Irán prometió represalias por su muerte, y Hossein Akbari, embajador de Irán en Siria, advirtió que Israel “responderá por este crimen en el momento adecuado”.
El lunes, la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán disparó misiles balísticos contra un presunto sitio del Estado Islámico en Siria el lunes, y alegó haber alcanzado “a los comandantes y principales agentes” detrás de un ataque con bomba en la ciudad iraní de Kerman, a principios de este mes.
YEMEN Y EL MAR ROJO
Los ataques regulares de los hutíes en esta crucial ruta del comercio marítimo ha obligado a las compañías navieras a evitar el estrecho de Bab el-Mandeb, una estrecha vía fluvial cerca del área de Yemen controlada por esa milicia respaldada por Irán.
En respuesta, la semana pasada Estados Unidos y sus aliados llevaron a cabo tres ataques contra objetivos hutíes en Yemen. Los funcionarios dicen que el objetivo de esos ataques es reducir la capacidad militar al grupo.
IRÁN
Este mes, Irán también se vio afectado por la violencia en su propio territorio, cuando dos explosiones en la ciudad central de Kerman terminaron con la vida de al menos 95 personas.
Ese ataque del 3 de enero fue luego reivindicado por la filial afgana de Estado Islámico.
“Estado Islámico odia más a Irán que Israel, si tal cosa es posible”, apunta Hiltermann, del International Crisis Group.
El martes, Irán tomó represalias atacando presuntos sitios del Estado Islámico en Siria, y al día siguiente informó haber llevado a cabo otro ataque transfronterizo contra Jaish al-Adl, un grupo de milicias de Pakistán.
PAKISTÁN
El martes, la Guardia Revolucionaria Islámica iraní atacó varios sitios en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, apuntando a supuestas bases de Jaish al-Adl, el “Ejército de la Justicia”.
El ataque abrió un nuevo frente de crisis de Oriente Medio, y en respuesta, Pakistán, país con armas nucleares, retiró a su embajador en Irán. “Lo de anoche fue una violación flagrante y no provocada de la soberanía de Pakistán”, dijo por televisión Mumtaz Zahra Baloch, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán.
Fundado en 2012, Jaish al-Adl es un grupo militante sunita que se opone al gobierno chiita de Irán. Pero también se opone al gobierno de Pakistán, que es de mayoría sunita.