El gobierno de Javier Milei ha reducido drásticamente la obra pública, cumpliendo su promesa de campaña. Las provincias ahora deben asumir los proyectos con sus propios recursos, lo que ha frenado o ralentizado muchas obras. El presupuesto de 2025 prevé una ligera mejora, pero el ajuste sigue predominando.
5 Puntos Relevantes de la Noticia:
- El gobierno de Milei ha reducido en un 84,3% las transferencias de capital a las provincias para obras públicas, cumpliendo su promesa de ajuste.
- La obra pública en 2024 ha caído un 23,4% en términos nominales comparado con 2023, a pesar de la alta inflación.
- Las provincias deben decidir si continúan los proyectos con fondos propios o los paralizan; algunas, como Córdoba, han continuado con sus propios recursos, mientras otras, como Formosa, han detenido todo.
- El presupuesto de 2025 prevé un leve aumento en los gastos de capital, pero sigue siendo muy bajo en comparación con gobiernos anteriores, representando solo el 0,7% del PBI.
- La deuda con las constructoras es de aproximadamente $400.000 millones, lo que ha llevado a retrasos en los pagos y paralizaciones de obras en varias regiones.
Resumen a Detalle:
La obra pública en Argentina ha sufrido un fuerte ajuste desde que Javier Milei asumió la presidencia, cumpliendo su promesa de campaña de reducir el gasto público, especialmente en áreas que él considera ineficientes o propensas a la corrupción, como la infraestructura financiada por el Estado. A lo largo de 2024, el gasto en obra pública ha disminuido un 23,4% en términos nominales respecto al año anterior, lo que refleja un cumplimiento de la promesa de Milei de cortar los fondos para estos proyectos y depender del sector privado para futuras inversiones.
Uno de los aspectos más afectados ha sido la “Transferencia de capital a las provincias”, donde las asignaciones han caído un 84,3%. Esto ha llevado a que las provincias, que antes recibían financiamiento nacional para licitar y ejecutar obras, ahora deban decidir si continúan esos proyectos con recursos propios o los abandonan. Provincias como Córdoba han decidido avanzar con ciertos proyectos, mientras que otras, como Formosa, han optado por frenar todo. Los acuerdos de financiamiento entre Nación y provincias ya no se renovarán, obligando a los gobiernos locales a hacerse cargo de la totalidad de los costos.
El presupuesto 2025 no muestra señales de un cambio significativo. Aunque hay un leve aumento en los gastos de capital previstos, pasando del 0,6% al 0,7% del PBI, sigue siendo un porcentaje muy bajo comparado con períodos anteriores. En 2015, por ejemplo, la inversión en obra pública alcanzaba el 2,7% del PBI. Este ajuste ha dejado varias obras inconclusas, como la autopista Juan Domingo Perón, que lleva paralizada desde la gestión anterior.
Además, las constructoras han enfrentado retrasos en los pagos, con una deuda flotante estimada en $400.000 millones, lo que ha generado incertidumbre y la paralización de proyectos. A pesar de este escenario, algunas obras puntuales continúan avanzando, como un tramo de 30 kilómetros en la ruta 5. Sin embargo, estas excepciones son escasas, y la obra pública en Argentina está en su punto más bajo en años.
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El ajuste en la obra pública es real: el gobierno de Milei ha recortado drásticamente las transferencias a provincias, y muchas obras están paralizadas. El presupuesto de 2025 prevé un leve aumento, pero sigue siendo bajo. #ObraPública #Ajuste #Inversión