En un inicio de mandato marcado por la incertidumbre y la ruptura con tradiciones, Javier Milei asume la presidencia de Argentina bajo una nube de dudas y cambios radicales. En su primer día, Milei se alejó de las convenciones políticas habituales, dejando una impresión de cambio y posibles conflictos con la estructura política existente.
Milei, conocido por su enfoque libertario y su ascenso político a través de las redes sociales y la televisión, ha tomado decisiones que rompen con los protocolos tradicionales. Su decisión de no dirigir un mensaje a la Asamblea Legislativa ha sido interpretada como un gesto de desdén hacia el poder legislativo, pese a que su partido se encuentra en minoría en ambas cámaras. Esta acción ha generado interrogantes sobre su enfoque hacia la cooperación y la gobernabilidad.
El presidente también ha decidido alejarse del lenguaje inclusivo, marcando una ruptura con las prácticas del gobierno anterior. En su discurso inaugural, Milei se dirigió a los ciudadanos sin distinciones de género, marcando el comienzo de «una nueva era en Argentina».
Otra decisión controversial ha sido la supresión de la pauta oficial en los medios, un cambio significativo en la forma en que el gobierno interactúa con los medios de comunicación. Milei ha prometido no perseguir a nadie ni buscar venganzas, buscando diferenciarse de las disputas entre el macrismo y el kirchnerismo.
El estilo de comunicación directa de Milei, evitando intermediarios, ha sido una constante en su carrera política y parece que continuará siendo una característica de su presidencia. Ha utilizado gestos simbólicos, como visitar al periodista Chiche Gelblung en el hospital y llamar al activista Juan Grabois, para mostrar un acercamiento diferente a la política.
Milei también ha sido claro en sus planteamientos económicos, mencionando términos como «ajuste», «shock» y «déficit fiscal». Su mensaje sugiere un enfoque firme y posiblemente duro en materia económica, en línea con su diagnóstico de la situación del país.
En resumen, el primer día de Milei en la presidencia ha dejado claro que su mandato será diferente a lo que Argentina ha visto en el pasado. Con un enfoque directo y sin rodeos, Milei parece dispuesto a desafiar el status quo, aunque esto pueda generar tensiones y controversias.