La Administración Nacional de la Seguridad Social enfrenta una crisis sin precedentes tras el despido de más de 1.300 empleados, lo que amenaza con paralizar sus operaciones en todo el país.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) se encuentra en una situación crítica tras una ola de despidos que afectó a más de 1.300 empleados en todo el país, desde personal con contratos a aquellos con más de 20 años de servicio. Los despidos, que incluyen tanto a recién contratados como a personal de planta permanente, han llevado a la paralización de las Unidades de Atención Integral (UDAI) en varias provincias, con múltiples delegaciones cerradas y localidades enteras sin acceso a los servicios esenciales del organismo.
Los recortes de personal han sido justificados por el gobierno como una medida necesaria para ajustar las finanzas públicas, pero han sido fuertemente criticados por dirigentes gremiales y políticos que destacan las graves consecuencias para los ciudadanos que dependen de los servicios de ANSeS. Las protestas y cierres temporales de UDAI se han multiplicado en respuesta a los despidos, la falta de personal, la ausencia de servicios de limpieza y un ofrecimiento de aumento salarial del 8% considerado insuficiente.
Buenos Aires, la provincia más afectada, vio la desvinculación de 852 empleados, lo que ha exacerbado la situación en una región donde residen más de 17 millones de personas. Los despidos también han impactado a provincias como Córdoba, Chaco, La Pampa, Tierra del Fuego, Tucumán, Río Negro, Corrientes, Neuquén, Santa Fe y Jujuy, entre otras, con numerosas oficinas de ANSeS cerradas definitivamente.
Los representantes gremiales advierten que los despidos y cierres no solo reducen la capacidad operativa del organismo sino que también afectan directamente a los ciudadanos, especialmente a jubilados, pensionados y beneficiarios de programas como Progresar y la Asignación Universal por Hijo. Los trabajadores despedidos incluyen a aquellos en áreas críticas de atención al público, lo que ha llevado a muchas dependencias a cerrar, dejando a ciudades sin atención y obligando a los beneficiarios a viajar largas distancias para realizar trámites esenciales.
El diputado nacional Aldo Leiva destacó el impacto negativo de los cierres en Chaco, particularmente en áreas remotas como el Impenetrable chaqueño, donde los ciudadanos ahora enfrentan mayores dificultades para acceder a servicios vitales. La crisis en ANSeS se suma a las preocupaciones sobre la privatización de la seguridad social y el desmantelamiento de un sistema diseñado para brindar apoyo y protección a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Extracto: La ANSeS atraviesa una crisis operativa severa tras el despido de más de 1.300 empleados en todo el país. Los recortes han llevado al cierre de numerosas oficinas y han dejado a comunidades enteras sin acceso a servicios esenciales, generando protestas y preocupación por el futuro de la seguridad social en Argentina.