Son las inversiones más populares. No obstante, entre las diferentes posibilidades que se nos presentan, hay una de las tres que ya demostró su gran fortaleza, por la seguridad y rentabilidad.
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El ahorrista argentino tiene un perfil marcado por una baja tolerancia al riesgo. ¿Qué le conviene?
En general, para los inversores latinoamericanos, especialmente los argentinos, invertir en Estados Unidos es una decisión que no lleva mucho tiempo tomar. ¿Por qué?
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El país del norte ofrece estabilidad económica, seguridad jurídica, y la posibilidad de obtener rentabilidad en dólares–única moneda con un uso tan difundido a nivel mundial, además de ser la más fuerte del mundo–, que contrarresta la fragilidad de otras monedas y la inflación de estos países. Sin embargo, otra decisión que ellos deben tomar es: ¿cuál es la mejor inversión para hacer en este país? Ante un gran abanico de posibilidades, surge la incertidumbre.
Las inversiones más populares son cripto, oro y ladrillos. No obstante, entre las diferentes posibilidades que se nos presentan, ésta última -ladrillos-, ha demostrado su gran fortaleza, por la seguridad y rentabilidad que trae consigo el invertir en inmuebles en Estado Unidos.
Las criptomonedas han tenido su momento de esplendor, pero a causa de su inherente volatilidad, ha caído significativamente en los últimos años, produciendo con ello pérdidas monumentales de miles de millones de dólares a sus compradores. Son activos poco controlados y regulados, de altísimo riesgo, y especialmente por su falta de regulación, transparencia, y naturaleza digital, es muy vulnerable. Son activos altamente especulativos, que no están bajo la supervisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos ni de ningún otro banco central soberano, además de tener un impacto negativo en el medioambiente, y de ser proclives a ser utilizadas por la criminalidad y actividades peligrosas y fuera de la ley.
El oro, por otro lado, aunque se presenta como una apuesta más segura que las criptomonedas, superando a otros activos durante períodos específicos, no resista tan bien la apreciación del precio a largo plazo. Es un activo en el otro extremo, muy conservador y a donde los inversores acuden, justamente, cuando los mercados se muestran inciertos, lo que los lleva a invertir propulsados por el miedo en lugar de por una visión largoplacista.
Asimismo, el oro es una comodidad que puede resultar cara, ya que se necesita un espacio para guardarlo, lo cual significa un costo, y eso mismo hace que se dificulte su accesibilidad. Además, tiene un inherente riesgo físico de sustracción o pérdida, al no ser nominativo.
El ahorrista argentino tiene un perfil marcado por una baja tolerancia al riesgo, lo cual hace que una moneda virtual, sin respaldo legal y con gran vulnerabilidad, no sea una gran opción para invertir sus ahorros.
Por otro lado, el oro no les permite obtener una visión clara a largo plazo. Para este tipo de inversor, es más conveniente invertir sus dólares en proyectos inmobiliarios en Estados Unidos.
Este tipo de inversión recomendada -proyectos inmobiliarios-, facilita un mercado estable y más previsible, con un respaldo institucional y rentabilidad a corto plazo, y paralelamente con apreciación a largo plazo, ya que las propiedades en este país se han valorizado históricamente.
Invertir en el mercado inmobiliario norteamericano significa poner a trabajar el dinero con activos productivos (por ejemplo, alquilando esas propiedades), que ofrecen rentabilidad en dólares, y en la mayoría de los casos, un título de propiedad y que además favorecen la calidad de vida de las Comunidades, Estados y del país en el cual se desarrollan. Es un activo tangible, en contraste con la virtualidad de la criptomoneda.
Además, los riesgos de este tipo de inversión son bajos, por tratarse de un país con estabilidad económica, política, y seguridad jurídica, además del respaldo institucional y la baja volatilidad ya mencionadas.
A modo de conclusión, invertir en propiedades en Estados Unidos sigue siendo una mejor apuesta para el inversor argentino (o latinoamericano), que las criptomonedas o el oro, y nada hace indicar que esta realidad, convertida en tendencia, pueda cambiar en los próximos años. Los inmuebles en sí presentan grandes fortalezas contra las que se dificulta competir (valorización, productividad, tangibilidad, titularidad), los cuales se potencian al presentarse en un marco seguro, confiable, y rentable, como lo es el mercado estadounidense, su economía, y su política.
Fuente: Ámbito